Para Paco
Nos alegra saber que Paco Sagarzazu ha recibido el premio del cine vasco, en el Zinemaldia de Donostia, que acaba de terminar. Es un reconocimiento que merece por su dilatada carrera en el teatro, cine y televisión, si bien él, siguiendo su línea, lo ha querido compartir con sus amigos. Es difícil de olvidar aquel “El Florido Pensil” del Grupo Tanttaka que reflejaba, en clave de humor, una época dura de la enseñanza, algo que los que podemos recordarlo todavía lo hacemos con una sonrisa, gracias a la versión irónica del grupo de Pako.
Su faceta de escritor, puso en nuestras manos “Para no sé quién”, premio Ciudad de Irún 1977, con ambiente local, fácilmente reconocible. Uno de sus capítulos, “De reclamo”, está recogido en la colaboración “Aquellos tiempos que hizo para Altza, Hautsa Kenduz VII (2003). Leerlo es trasladarnos a muchos de nosotros a una época, a veces ya lejana y otras, cuando la revivimos, que parece no haberse alejado tanto. En su colaboración, él lo señalaba así: “lo que sigue es una imagen de los años 50/51, cuando Herrera y Alza, sitios queridos, eran de otra manera. O me imagino yo que era todo distinto y no lo era, y es todo ahora mismo como tiene que ser, a pesar de mí”.
Paco, sin duda, ha recibido un importante galardón desde ámbitos más importantes que el nuestro, pero nosotros, en Altza, no queremos dejar pasar esta oportunidad para resaltar el factor humano del actor y del escritor. Nos tiene acostumbrados a cruzarnos con él por la calle, a recibir su sonrisa, su saludo con esa actitud sencilla, prudente, casi tímida y, cuando le hablas, parece que se interesa especialmente por lo que le estás diciendo. Es entrañable y discreto. Y no es de ahora, porque siempre lo hemos conocido así. Lo que ocurre es que por eso no le dan a uno un trofeo en las ambientes altos, pero para nosotros, para la gente de a pie, tiene mucho más valor.