Por los antiguos caminos de Altza
En este paseo vamos a recorrer algunos tramos de la antigua red caminera altzatarra. Muchos de aquellos caminos históricos se han convertido en paseos, calles y caminos de la actual trama urbana, pero todavía quedan algunos otros que conservan las características de los viejos caminos y nos hablan de otros tiempos.
Sobre un plano topográfico de hacia 1860, hemos pintado en azul los caminos anteriores a la construcción de la “Carretera General” Madrid-Irun en 1847, destacada en rojo en el plano; a lo largo de esta nueva vía de comunicación se desarrollará el proceso de urbanización e industrialización actual. El color verde hace referencia al recorrido que vamos a realizar en este paseo. Dentro de un círculo rojo hemos ubicado el Casco de Altza, donde se eleva, a modo de “faro”, la torre de la iglesia de San Marcial con sus campanas, referencia visual y sonora para los altzatarras, además de servir de orientación al viajero.
El paseo parte de la casa solar Casares [1] para cruzar el barrio de Arriberri hasta las ruinas del caserío Eguzkitza, donde encontramos la antigua calzada que unía Donostia y Errenteria por Molinao. Giraremos a la derecha para continuar por el paseo Félix Iranzo.
Ermita de Santa Bárbara (Parroquia S. Pablo, 1967)
Bordeando el barrio de Santa Barbara llegaremos al cruce [2] con el camino que descendía del casco de Altza hasta el caserío Antxo, en la orilla del puerto, en Buenavista. En el cruce se encontraba el “oratorio o ermita de la calçada” (h. 1630), bajo la advocación a Santa Bárbara, protectora de rayos y tormentas.
A continuación descendemos bordeando el barrio de Roteta por “el camino real llamado Peyrera que desçiende desde la dicha tierra de Alza al molino llamado Herrera” (1467), hoy camino de la Ermita [3]. La fuerte pendiente de la cuesta es una particularidad que caracteriza a los viejos caminos y que podremos observar en repetidas ocasione a lo largo del paseo.
Llegamos a Herrera [4], en el extremo occidental de la bahía de Pasaia, es el principal cruce de caminos altzatarra: al Casco, por la calzada S. Ignacio; a Garbera y Sarrueta por el paseo Larratxo; a Donostia por la calle Julimasene, el parque Arrobitxulo (trazado del tranvía, 1888), la calzada San Antonio, la av. J. Elosegi (N-I), y el paseo de los Olmos; y a Pasai San Pedro, por Gomistegi.
Pasamos bajo el puente del Ferrocarril del Norte (1864) para dirigirnos hacia Gaiztarro, donde se encontraba el embarcadero de Herrera (Pordeplata, 1456) [5], usado por viajeros y mercancías para cruzar la bahía, a Pasai Donibane y Lezo, históricamente en la jurisdicción de Hondarribia, y a Errenteria. Cerca del embarcadero se encontraban los caseríos Bentabea, Bentagoia, Santa Barbara y Pordeplat (Guardaplata), todos ellos con nombres de clara connotación viajera. Así como el nombre de Bidebieta que Javier Artázcoz dio hacia 1888 a la finca que creó comprando los terrenos y caseríos comprendidos entre la carretera general y la carretera a San Pedro, desde el embarcadero hasta el cruce de las dos carreteras [6]. La finca fue adquirida por Fausto Gaiztarro en 1932.
.Al alto de Miracruz también se puede subir por la calzada de San Antonio (en la foto), el único adoquinado que queda en Altza
Siguiendo el antiguo trazado, por el paseo de los Olmos ascendemos al alto de Miracruz [7]. Poco antes de llegar al alto podemos observar el mojón kilométrico 469 de la antigua N-I. En el alto se encontraba el caserío Miracruz, cuyo nombre puede hacer referencia al hecho de que desde ese punto el viajero podía dirigir su mirada a la basílica del milagroso Santo Cristo de Lezo. Al otro lado de la avenida, como escondido, se encuentra el caserío Parada, ennoblecido con un escudo señorial en su fachada. Durante la Edad Moderna, Parada perteneció a una rama del linaje altzatarra Arzac, y que en la actualidad continúa vivo en la casa Arzak-enea (1900), restaurante de prestigio mundial que, en tiempos pasado era conocido como Binagrene, por la dudosa calidad de los vinos que servían.
Parada
Descendemos, a la izquierda, por la calzada vieja de Intxaurrondo, y poco antes de llegar a ese emblemático caserío que da nombre a un gran barrio, torcemos a la izquierda para cruzar de nuevo el antiguo trazado del tranvía, hoy paseo y bidegorri, y las vías del ferrocarril, para abordar la subida de la cuesta de Lizardi [8]. En el alto, tras cruzar el antiguo camino que unía Herrera y Donostia por Julimasene, seguiremos recto por la calle Zarategi, pasando por encima de la variante (1972), hasta Sagastieder, todo ello pegante a la línea de deslinde entre la antigua Villa de Altza y Donostia.
Inicio de la cuesta de Lizardi con el caserío Intxaurrondo al fondo (Conde de Polentinos, h. 1910)
En Sagastieder iniciamos el camino de vuelta conectando con la antigua calzada que desde Donostia, por Aldakonea, se dirigía a Oiartzun e Irun, por Zamalbide [9]. Seguiremos por la izquierda hacia Otxoki y, tras cruzar la calle a la altura de la entrada del parque de Ametzagaina, ascenderemos a la parte alta dejando el fuerte a la derecha. Allí pasaremos junto al lugar donde se han encontrado los restos arqueológicos de un campamento del Paleolítico Superior. [10]
En Ametzagaina, pasando junto al yacimiento paleolítico
Siguiendo el camino descendemos hasta la entrada del parque para subir, paralelo al bidegorri, hasta el cruce de Marrus [11]. En este punto nuestro camino se encuentra con el que unía el río Urumea con la bahía de Pasaia, del puerto de Sarrueta al puerto de Herrera. En lo alto de la fachada oeste del caserío Marrus que mira al camino, se puede apreciar la cruz incrustada que protegía al caserío de las tormentas.
Un poco más adelante, a la altura del caserío Kataliñene y la casa Lau Haizeta, dejamos a la izquierda el camino al Casco de Altza, y seguimos para pasar al lado del caserío Pelegriñene [12]. Su nombre y la gran cruz en piedra empotrada en la fachada que da al camino, han hecho que en la historiografía tradicional se hayan relacionado el caserío con el Camino de Santiago, pero hoy sabemos que, independientemente de que este fuera uno de los caminos de la ruta costera jacobea, Pelegriñene hace referencia al propietario que construyó dicho caserío en el siglo XVI, Pelegrín de Arpide.
Continuaremos recto por el camino de Putzueta hasta llegar a una curva a la derecha, junto al caserío Irazuene, donde dejaremos el camino principal por la izquierda para tomar “el camino hazia Chipres” (1425) y descender por la cuesta de Gazteluene [13]; en Gazteluene vivió la última parte de su vida el gran bertsolari Txirrita. El camino desciende encajado en el terreno, otra particularidad, junto con la de la pendiente, que caracteriza el trazado de los viejos caminos.
Al final del descenso nos encontramos de frente al pie de la autopista A-8, donde se encontraba el caserío Zillargillene y el cruce conocido como Bost-bidieta, el de los cinco caminos [14]. A este lado de la autopista tenemos en primer lugar el camino a Txipres, y una vez pasado bajo la autopista, tenemos el camino que sube al Casco por Artzaka, un poco más adelante el que sube a Iparragirre, y el que desciende a Molinao, que es el que tomaremos.
Aquí, dejando atrás la autopista y su molesto ruido, merece la pena salirse del camino asfaltado y seguir el sendero que va en la misma dirección, paralelo a la regata, para disfrutar de la riqueza del entorno vegetal, dominado por los alisos, y donde podremos observar las flores silvestres y los pajaritos que lo habitan. [15]
Dejando el polígono industrial de Papin a nuestra derecha, caminamos junto a la regata hasta llegar a Molinao [16], “el molino nuevo de Alça” (1448), punto más alto hasta el que llegaba la marea alta. Probablemente, para vadear este paso, la gente que transitaba por esta ruta utilizaría la presa del molino, hasta que en 1562 las Juntas Generales de Gipuzkoa ordenaron a Donostia construir allí un puente. Junto al puente tenemos el antiguo matadero compartido de Altza y Pasaia (h. 1890).
En Molinao, nos reencontramos con la calzada en la que iniciamos nuestro paseo. Antes de cruzar el puente, si tomáramos a la derecha, subiríamos rápidamente a Galtzaraborda para dirigirnos a Errenteria. En la otra dirección, cruzando el puente, nos encontramos de frente con el caserío Sasuategi, junto al que se encuentra un mojón con las letras SS en una de sus caras.
Para volver a nuestro punto de partida por la ruta original tendríamos que tomar un camino que sube por la derecha de Sasuategi, pero desde hace algunos años, ese tramo que va hasta la casa Arrieta se encuentra lamentablemente cubierto de zarzas que impiden el paso, por lo que deberemos tomar el camino de Molinao, que sube a la izquierda de Sasuategi.
Antes de terminar, queremos dedicar este paseo, el último de este año, a la memoria de nuestro amigo, maestro y compañero de camino, Ángel Calvo Barco, quien inspiró y ha guiado estos paseos por y desde Altza a lo largo de estos últimos diecisiete años.
Mojón de Sasuategi
Nota: Este paseo se realizó el pasado 5 de octubre dentro del programa Plus 55.