50 años después Eroski “aterriza” en Garbera
Juan Carlos Mora
Dirigir una mirada al pasado siempre es recomendable. Si además, se proyecta sobre el lugar de nuestras vivencias, resulta sorprendente y emotivo. Esto es, ni más ni menos, lo que sucede con la zona de Garbera, lugar que parece estar abocado a una historia llena de sobresaltos y de ser pasto de proyectos faraónicos.
Así, hace 50 años, la prensa donostiarra se hacía eco en sus páginas de un avanzado proyecto, que pretendía dotar a Donostia de un aeropuerto, que iría emplazado en la zona alrededor de Garbera, tal y cómo se observa en el croquis adjunto. Según se desprende de su lectura, el estado de gestación del mismo se encontraba bastante avanzado por esas fechas (1947), calculándose la ejecución de las obras en 80 millones de pesetas, y teniendo las pistas unas medidas de 1300 por 500 metros.