Algunas notas históricas sobre la estación de Renfe y el paso inferior
Iñigo Landa Ijurko
El emplazamiento que ocupan la estación de Renfe y el paso inferior de peatones de Herrera coincide con el sitio en el que la construcción de la línea de los ferrocarriles del Norte, inaugurada en 1864, cortó el camino que subía de Herrera al casco de Altza por la ermita de Santa Bárbara. Este camino, que durante siglos formó parte de la calzada Donostia-Errenteria, se había visto relegado a un segundo plano tras la apertura de la carretera general en 1847, pero seguía siendo la principal ruta para unir el núcleo de Altza con la red viaria provincial. Para cruzar la vía del tren, estaba habilitado un paso a nivel vigilado con una casa para el guarda, conocida popularmente como Kaxeterua.
En este detalle del plano de construcción de la carretera de Herrera al casco de Altza (futuro paseo de Herrera), de 1898, se puede ver el trazado del camino vecinal, dibujado en negro, y el de la nueva carretera, en rojo. El camino arranca desde el cruce con la carretera general (”Carretera de Bazcardo a las Ventas de Irún por Lasarte“, en el plano) y, después de dar una curva, se sitúa encima de donde hoy en día se encuentra el paso subterráneo. Tras cruzar la vía, el camino vecinal continuaba cuesta arriba, por el actual camino de la Ermita. El trazado de la nueva carretera reducirá las pendientes, alargando el recorrido y ampliando las curvas, pero sin cambiar el sitio por donde cruzar la vía del tren. La “Casa Nueva” que se ve en el plano corresponde a la actual casa Vista Alegre/Tantarrene, construida por aquellas mismas fechas.
En este otro recorte de una fotografía de 1926 se ve, en un primer plano, el caserío Herrería y la cuesta que baja a la plaza y, encima, mujeres subiendo por la escalera que las lleva al paso a nivel, en donde se ve un carro pasando en ese momento delante de Kaxeterua. Más a la derecha tenemos las casas Gure Ametsa (Villa Ura), Zoriontegi y Vista Alegre (Tantarrene).
En 1932 se llevarán a cabo las obras para la eliminación del paso a nivel. El tránsito de vehículos se desviará por el primer ojo del puente del tren, y el de peatones por un paso subterráneo bajo la línea del ferrocarril, el mismo que se utiliza en la actualidad y en cuya entrada, en la parte superior, se encuentra tallado en piedra el escudo de la Villa de Alza y el año de construcción del paso. Las obras se sacaron a subasta el 16 de abril de1932, con un tipo señalado de 18.000 pesetas. Se presentaron tres empresas: Pérez Hermanos (16.542 pts.), la José Mª Inchaurrondo (16.500 pts.), y Pedro Landa (15.000 pts.), resultado esta última la adjudicataria de las obras. (La Voz de Guipúzcoa, 1932-05-07/10)
Una vez eliminado el paso a nivel, fue tomando forma la idea de construir un apeadero de tren que diera servicio a las necesidades derivadas del crecimiento demográfico y económico de toda la zona de Herrera. Para entonces, Herrera ya contaba desde 1912 con una estación de tren, la del Ferrocarril de la Frontera, el Topo, para el servicio de mercancías del puerto.
La primera petición para la instalación de un apeadero del ferrocarril del Norte en Herrera de la que tenemos constancia la realizó el concejal Basilio Sarasola el 15 de noviembre de 1939, en el pleno municipal del Ayuntamiento de Altza, el mismo pleno en que se dio la aprobación definitiva a la anexión de Altza a Donostia.
En 1941 el gobierno nacionalizará y agrupará todas las líneas de ferrocarril españolas en una única empresa estatal, la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, RENFE. Tras pasar Altza a depender de Donostia, será el Ayuntamiento donostiarra quien en 1943 solicite a RENFE el establecimiento de un apeadero en el barrio de Herrera, solicitud que será denegada un año después.
Tendrán que pasar unos cuantos años para que veamos la estación de Herrera en funcionamiento. Por el testimonio de Pedro Moratinos, empleado del ferrocarril, recogido en la prensa (El Diario Vasco, 1969-07-09) con motivo del premio obtenido por el cuidado de estaciones y apeaderos, sabemos que en esa fecha llevaba trabajando diecinueve años en el apeadero, lo que nos situaría en el año 1950 como fecha de inicio del servicio. El conjunto de la estación estaba formado por la estación en sí, junto a la vía 1, dirección Madrid, y una casita-vivienda situada a continuación de la escalera del paso subterráneo (casa demolida en 2011). Según nos cuenta el factor de la estación, el entorno estaba confortablemente ajardinado, y da cuenta del proyecto de colocar una cobertura en el andén dirección Irún.
En “Altza, Historia y Patrimonio” (p. 55), Beatriz Herreras Moratinos incluyó la estación entre los elementos de interés del patrimonio altzatarra: “Cercano a este viaducto se alzan enfrentadas las construcciones del apeadero y de la estación de Altza‑Herrera. Son sencillas construcciones muy similares a las que se repiten a lo largo de toda la línea. El apeadero de Herrera es una nave rectangular, sin compartimentar de estructura de hormigón y cerramiento de ladrillo y cubierta a un agua. La fachada principal está completamente abierta con un pilar en el medio. La estación apeadero es una nave también rectangular, de estructura de hormigón y cerramiento de ladrillo, cubierta a dos aguas con amplios jabalcones de madera que sustentan el alero. El espacio de la sala de espera está totalmente abierto. La fachada está encalada, con zócalo de sillarejo.”
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De la noche a la mañana se ha hecho público el proyecto de la nueva estación que va a sustituir a la actual, y que ya se ha empezado a ejecutar. Bienvenidas sean las tan demandadas mejoras de accesibilidad y demás servicios, pero eso mismo lo podrían haber hecho mucho mejor mostrando un poco más de respeto a las personas que vivimos aquí y a las edificaciones que, como la estación, forman parte de la personalidad de nuestro barrio.
2021, 23 de Febrero
Txalos Iñigo. Oso ona.
2021, 24 de Febrero
Oso jakingarria. Eskerrik asko
2021, 24 de Febrero
Enhorabuena por la labor de investigación. Apoyamos totalmente la conservación estos elementos que forman parte de nuestro patrimonio industrial ferroviario. Se pueden y deben introducir mejoras, pero sin necesidad de arrasar con todo