Ilusión por participar II. Política
En la entrada dedicada a las elecciones municipales que trajeron la República vimos algunos datos indicativos del interés ciudadano por la participación política tras la dictadura. Además de señalar el hecho de que a las elecciones se presentaran el doble de candidatos que puestos había para ocupar en el Ayuntamiento, 24 candidatos para 12 puestos de concejal, -circunstancia esa que solo se dio en 25 de los 89 municipios gipuzkoanos-, hay que destacar la muy elevada participación electoral registrada, que llegó al 82%, tres puntos por encima de la media gipuzkoana.
La gran afluencia del electorado a las urnas durante la República, tanto en Altza como en Gipuzkoa, muestra claramente el alto grado de politización de la sociedad. Además de las municipales de abril de 1931, se celebraron cuatro convocatorias electorales más que tuvieron los siguientes resultados[1]:
- Elecciones generales (28-junio-1931): Participación del 85,56% en Gipuzkoa (no hay datos de los municipios). En Altza, la candidatura pro Estatuto Vasco (nacionalistas, tradicionalistas y católicos independientes) obtuvo el 49,35 de los votos, seguido de la Conjunción Republicano-Socialista-ANV con el 48,46%, y el Partido Comunista con el 2,23%.
- Referéndum del Estatuto de Autonomía (5-noviembre-1933): 85,9% en Altza; 91,13% en Gipuzkoa.
- Elecciones generales (19-noviembre-1933): 76,62% en Altza; 78,07% en Gipuzkoa. El PNV obtuvo el 57,04% de los votos, y, el conjunto de la izquierda el 33,08%; la Unión de Derechas el 9,87%.
- Elecciones generales (16-febrero/1-marzo-1936): En Gipuzkoa, el 78,93%, en la 1ª vuelta, y 62,62% en la segunda (no hay datos de los municipios). El PNV obtuvo el 47,65% de los votos, y, el Frente Popular, el 34,47%; la Coalición Contrarevolucionaria el 17,86%.
En Altza, a pesar de ese nivel alto de politización, la estructura de las organizaciones políticas era reducida o inexistente. De los 12 concejales electos, -6 independientes, 4 nacionalistas y 2 republicanos-, solo los dos republicanos se presentaron respaldados explícitamente por una formación política, la Conjunción Republicano-Socialista.
Será a lo largo de 1931 cuando los partidos con una mayor presencia en Altza, el nacionalista y los republicanos, se irán asentando y estructurando. Los partidarios de otras tendencias políticas, como anarquistas, socialistas y comunistas, y prácticamente todo el conjunto del movimiento sindical, estarán encuadrados en las organizaciones afines ideológicamente establecidas en Trintxerpe y Antxo.
Los republicanos establecieron su sede en la casa Azpiroz-Enea, en Herrera, inaugurando el Centro Republicano el 23 de agosto de 1931. Más tarde se trasladarán a los bajos del nº 39 de la Avenida de la República (hoy José Elosegi, 106), y en 1936 tendrán la sede en la casa Altuna-Enea (José Elosegi, 127). En 1933 contaba con unos 80 afiliados. De las reuniones celebradas en su sede salieron declaraciones, escritos y mociones que fueron presentadas en el Ayuntamiento, principalmente relacionadas con el problema del paro obrero y el conflicto educativo. En el centro también se organizaban charlas políticas y celebraciones de todo tipo, al mismo tiempo que participaban en actos celebrados en otras localidades de la provincia. El diario republicano La Voz de Guipúzcoa publicaba anuncios de las actividades del centro y hacía un seguimiento detallado de las sesiones municipales con crónicas comentadas de sus corresponsales.
También en el verano de 1931, el EAJ-PNV inauguró el batzoki Euzko Gaztedia, ubicado en la casa Aizpurutxo, en el Casco, y, un año más tarde, inaugurará otro en Herrera, Euzko Etxe, en los bajos de la casa Ibarbia. En 1933, el primero contaba con 80 afiliados y el segundo con un centenar.
En los batzokis se organizaban actividades culturales de un marcado carácter abertzale y de promoción del euskara, como conferencias, bailes vascos, y representaciones de obras de teatro.[2] Se puede hacer un seguimiento de la vida política, social y cultural de los batzokis a través de las crónicas publicadas en euskera en el diario El Día y el semanario Argia por un total de ocho cronistas que firmaban con pseudónimo.[3] De las 66 crónicas, 34 fueron firmadas por Itani, y 15 por Zugaizpe. Esta última sabemos que era mujer y, probablemente, a falta de confirmación, también Itani.
En el seno del PNV, se estructuró la organización femenina del PNV, Emakume Abertzale Batza, a la que ya nos referimos en la entrada precedente dedicada a la participación de las mujeres.
Como ya hemos dicho al principio, además de los republicanos y nacionalistas había partidarios de otras tendencias ideológicas que desarrollaban su actividad política y sindical junto con sus compañeros de Trintxerpe o Antxo. Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que en torno al puerto de Pasaia giraba toda la actividad pesquera y gran parte de la industrial, y que, además, para poder trabajar la sindicación era obligatoria.[4] Incluso los trabajadores en paro de Altza estaban organizados dentro del Sindicato de Obreros Parados de Pasajes, y bajo ese nombre registraban escritos en el Ayuntamiento de Altza exigiendo la contratación de parados altzatarras en las obras públicas municipales.
A falta de datos más precisos, podemos hacer una estimación del peso de cada una de las fuerzas de izquierda fijándonos en el número de milicianos altzatarras movilizados por cada una de ellas tras la sublevación franquista: La 1ª Compañia Roja de Altza, capitaneada por dirigentes de Izquierda Republicana, reunió en sus filas a 125 hombres; junto con los anarquistas de la CNT de Trintxerpe participaron 35 milicianos altzatarras, entre los que se encontraban cinco mujeres; y en el batallón comunista MAOC Lenin de Antxo contamos 26 milicianos.[5]
Con respecto a la actividad sindical de los baserritarras, habría que señalar la presencia del Sindicato Agrícola que agrupaba a los baserritarras propietarios, y de la Confederación Agro-Pecuaria. A partir de 1934 hay algunas noticias de Euzko Nekazarien Bazkuna, sindicato baserritarra cercano al PNV, todas ellas relacionadas con la organización de las fiestas de San Isidro.[6]
Referencias:
[1] RODRÍGUEZ RANZ, J.A.: Guipúzcoa y San Sebastián en las elecciones de la Segunda República. Donostia: Fundación Social y Cultural Kutxa, 1994. Ver también CEREZO BASELGA, Aitor: “II. Errepublika Altzan udaletxeko akten bidez“. En: Altza, Hautsa Kenduz VIII (2005), pp. 71-115.
[2] AHM (Lekukoak): Testimonio de Pepita Sarriegi Aranburu https://www.youtube.com/watch?v=0Y7P7vgUgf4
[3] AHM: Altzako euskarazko kronikak (1921-1936). Artiga Bilduma 7. Altzako Historia Mintegia (2010), pp. 24, 26, 38, 115.
[4] PORTUGAL ARTEAGA, Xabier: “Conflictividad laboral y organización obrera”. En: Pasaia 1931-1939. La memoria de los vencidos. Sorginarri bilduma 3. Pasaiako Udala, 2007. pp. 27-43.
[5] Relaciones nominales de milicianos y oficiales de diferentes batallones y compañías de San Sebastián y otras localidades de Guipúzcoa. Año 1936. Centro Documental de la Memoria histórica Sección. Político Social. Bilbao. 0064_002. p. 53.
[6] AIZPURU, Mikel: “Sindicalismo agrarista y nacionalismo vasco (1933-1936)“. En: Historia y Política, 38 (2017), pp. 259-287.