«aiuntados en el campo
de Estibaus segun que lo havemos de uso de costumbre de nos juntar...» (Altza, 1390)

AS, 1934-07-02 (Ainhoa Arzallus)

En medio de los problemas económicos y las tensiones políticas, la organización y participación en actividades deportivas, festivas, y de otro tipo desarrolladas en el tiempo libre aumentaron notoriamente durante la República. Las crónicas de prensa les dedicaron mucha atención a dichos acontecimientos destacando el gran ambiente y la participación.

Un cronista de La Voz de Guipúzcoa, por ejemplo, habla de “entusiasmos desbordados” cuando escribe sobre el campeonato guipuzcoano de bolos, organizado por el Herrera-Sport en la sidrería Txingurri. Según cuenta, el campeonato se celebró por primera vez en 1930 con la participación de 26 parejas, y en ediciones sucesivas la participación fue en aumento alcanzando la cifra de 64 parejas en 1933. [1]

ABC, 1932-02-03

Crónicas similares se publicaban en referencia a las competiciones y festejos que se celebran a lo largo y ancho de la geografía altzatarra: en las instalaciones deportivas de atletismo, pelota y fútbol de Jolastokieta; en el frontón del casco; en el Tiro Nacional de Bidebieta; en las carreras pedestres y ciclistas que recorrían nuestras calles y caminos; en las fiestas y homenajes que se celebran en las plazas de Altzagaina, Herrera y Buenavista, o junto a las sedes de las sociedades; en los campeonatos de bolos y toka que se jugaban en las sidrerías con bolatoki (Julimasene, Pellizar, Mendiola…).

La cultura del tiempo libre está estrechamente unida al desarrollo urbano y a la sociedad industrial. La conquista de la jornada laboral de 8 horas en España en 1919, tras la huelga de La Canadiense en Barcelona, trajo consigo el reconocimiento a las 8 horas de descanso y a las 8 horas de recreo.

Jolastokieta, 1914 (Landa Jaka familia)

En Altza, las primeras sociedades recreativas que se establecieron fueron la sociedad Jolastokieta (1914), en Herrera, y la sociedad del Tiro Nacional (1920) en Bidebieta, sociedades donostiarras ambas que adquirirán terrenos en Altza para desarrollar sus actividades deportivas, de atletismo, fútbol y pelota, la primera, y de diferentes modalidades de tiro, la segunda.

A ellas les seguirán las primeras sociedades populares, surgidas en los barrios: en Intxaurrondo la Sociedad Recreativa Artzak-Ortzeok, fundada en 1921, que contaba con 90 socios en 1933; la Sociedad de Recreos y Socorros Mutuos Beti Aurrera, en el alto de Miracruz, fundada en 1923 y con 64 socios en 1933; y la sociedad deportiva Herrera-Sport, en Herrera, fundada en 1926 y con 22 socios en 1933. [2]

Las tres incluían entre sus actividades la organización de las fiestas patronales de sus respectivos barrios y tuvieron una actividad muy intensa y destacada, tanto cada una por su cuenta como en colaboración con otras entidades.

Buenavista, 1932-06-11

A lo largo del periodo republicano a esas tres se sumarán otras nuevas: las sociedades de bolos y toca Beti Adizkideak (1934), Tranka (1935), y Noiz Bait (1935), y la sociedad recreativa de Sarrueta, Danak Bat (1936).

Las fiestas de los barrios en los que no había sociedades que se encargaran de organizarlas, como era el caso de Buenavista y Sarrueta, estas se preparaban por medio de comisiones de fiestas que elaboraban el programa y buscaban la financiación, recaudando dinero entre el vecindario y contando con la subvención del Ayuntamiento.

Esa fue la vía que unos vecinos del barrio Guardaplata utilizaron para organizar las que podrían haber sido las primeras fiestas de Bidebieta, Solicitaron “una subvención de 500 pesetas, para celebrar sus fiestas patronales de San Agustín, los días 28, 29 y 30 de Agosto próximo“, pero en esta ocasión la petición les fue denegada en el que sería el último pleno del Ayuntamiento democrático celebrado el 17 de julio de 1936, víspera de la sublevación franquista, “acordando participarles que por este año no hay consignación en el Presupuesto vigente, que para años sucesivos, en el supuesto que quieran celebrarlas, deban dirigirse a su tiempo, antes de la confección del Presupuesto para hacer la consignación correspondiente al año.” La guerra lo impidió. [3]

Leandro Aizpuruari omenaldia, 1931-08-02 (Landa Jaka) [4]

Otras actividades, más puntuales, pero que contaron con una amplia implicación del conjunto de la sociedad altzatarra, fueron los homenajes y los festivales solidarios.

El Ayuntamiento organizó dos homenajes, uno, a petición de la ciudadanía dedicado al médico titula de la Villa, Leandro Aizpurua, que tuvo lugar el 2 de agosto de 1931, con un amplio programa, entre los que se encontraba el aurresku que la corporación le dedicó y del que ha quedado un recuerdo gráfico con las fotos que hemos utilizado recientemente para el homenaje a la corporación.[4]

El otro homenaje fue el dedicado al médico altzatarra Ignacio Casares. La corporación electa quiso dedicárselo en vida, en 1931, pero Casares declinó. Al final, el homenaje se realizó el 2 de febrero de 1936, una vez fallecido. El Ayuntamiento de Altza aprobó dedicar el nombre del médico Ignacio Casares al tramo Buenavista-Darieta de la nueva carretera Buenavista-Sarrueta, actual paseo Casares.[5]

La Voz de Guipúzcoa, 1931-06-20

En cuanto a los festivales solidarios, desde el Ayuntamiento se impulsaron iniciativas como la organizada en el frontón de Jolastokieta el 21 de junio de 1931 para recaudar fondos destinados a los obreros parados, o como la que tuvo lugar, también en Jolastokieta, con motivo de las trágicas inundaciones de junio de 1933, en las que murieron tres herreratarras. El festival movilizó al conjunto de la sociedad altzatarra, Ayuntamiento, sociedades y vecindario, con el objetivo de recaudar fondos que ayudaran a compensar a los damnificados.[6]

Argia, 1933-07-14

Referencias:

[1] “Ante el gran campeonato regional de bolos“, La Voz de Guipúzcoa, 1936-05-10, p. 10. Al concurso de Txingurri, y a los bolos en general, le dedicará un reportaje el semanario gráfico deportivo AS, editado en Madrid, el 2 de julio de 1934: “Los “bolaris” guipuzcoanos disputan su campeonato“.

[2] “Ayuntamiento de la Villa de Alza. Fiestas patronales“, 1933

[3] Actas del Ayuntamiento de Altza. Archivo Municipal de San Sebastián, Fondo Altza, 117-L

[4] “Ante un merecido homenaje“, El Día, 1931-07-23; El Día, 1931-07-29; “Omenaldiya“, Argia, 1931-08-02. En la fotografía, Leandro Aizpurua, con barba blanca, es el que está en el centro.

[5] “Homenaje a D. Ignacio Casares“, La Voz de Guipúzcoa, 1936-02-05, p. 12