De juncal a molino de marea: Maubernet (s. XVI)
Iñigo Landa, Juan Carlos Echeveste
Entre las actas del concejo de Errenteria hay una del regimiento ordinario celebrado el 7 de septiembre de 1529, que recoge un escrito presentado por el altzatarra Juan Perez de Arriaga, dueño de la casa Arriaga, en el que expone que “queria hedificar e faser vn molino en sus tierras que tenia junto al braço de mar que ba del Pasaje a Molinao e avia de tomar el agoa del dicho braço de mar e pasar la presa en la base del braço de mar…“. [1]
Ese documento alude al único molino de marea de los seis molinos que ha tenido Altza a lo largo de su historia, el molino conocido como Maubernet, Malbernet, Albernat, Abernat, molino de Iparraguirre, y más recientemente como Aberneta, que estaba situado en el lado altzatarra de la actual calle Eskalantegi. [2]
En este artículo nos hemos propuesto conocer documentalmente los hechos y las circunstancias que rodearon al proyecto de construcción por parte de Arriaga del nuevo molino, y el malestar que provocó dicho proyecto que afectaba a una propiedad, originalmente concejil y de uso público, en la marisma de Molinao, en el conflictivo límite jurisdiccional de las villas de San Sebastián y Errenteria.
La casa Aberneta, ya desaparecida y que podemos ver en la foto que acompaña estas líneas [2. irudia], estaba situada al comienzo de la cuesta del actual camino de Darieta y ocupaba el solar original de la casa del molino. La presa pasaría por todo lo largo de la actual acera de la calle Eskalantegi hasta donde comienza el camino que sube a Arriberri, junto a la casa Miranda; y la antepara, o depósito de carga del molino que se llenaba de agua cuando subía la marea, ocuparía toda la planicie sobre la que se estableció la fábrica de boinas Usoz, de la que solo se conserva la chimenea que vemos arrinconada detrás de la ikastola. La antepara, además del agua proveniente de la marea alta, también recogería la de la regata que desciende por la vaguada de Larres, desde Tomasene.
La primera mención del molino de Maubernet la ofrece el archivero e historiador Serapio Múgica, cuando escribe sobre la presencia gascona en Gipuzkoa:
“El Ayuntamiento de San Sebastián, al cual pertenecía Alza en aquel tiempo, reunido el 10 de Junio de 1528, teniendo presente la necesidad que se sentía en la entonces villa de hacer molinos para moler las ceberas, y en la imposibilidad de levantarlos por su cuenta por carecer de recursos, acordó sacar en almoneda los lugares en donde podían levantarse, y uno de ellos era “cabe Molinao”, que es un lugar llamado Maubernet, que Lizaso escribe Malbernet .” [3]
Múgica no dice dónde consultó el acta municipal a la que hace referencia, -una documentación que desapareció con el incendio de la ciudad y del archivo donostiarra en 1813-, quizás porque en esas páginas de su artículo está centrado en analizar la toponimia gascona presente en Gipuzkoa, y por eso cita la variante Malbernet utilizada por el genealogista Domingo de Lizaso. Una cita interesante ya que, en su libro, Lizaso alude a Malbernet cuando trata de la Casa solar de Santiago, - “sus molinos de moler cevera nombrados Malbernet” -, y añade: “cuyos poseedores fueron Martin Sanchez de Villaviciosa y Maria Miguel de Santiago“. [4]
Revisada la documentación, no se puede comprobar la relación que establece Lizaso entre la propiedad del molino Malbernet/Maubernet con la familia Santiago, pero esa referencia va a resultar valiosa porque entre la documentación del linaje Santiago consultada nos hemos encontrado con la copia de un expediente fechado el 21 de diciembre de 1528, que estará estrechamente relacionado, como veremos, con la información proporcionada por Serapio Múgica sobre Maubernet. [5]
El expediente lleva por título «Venta de unos sitios de molinos nombrados “de la Aguada”, cerca de Mundaiz, en los juncales; por la ciudad de San Sebastian a Esteban de Santiago, en 266 ducados; ante el Escribano Domingo de Alzega, en San Sebastian a 21 de Diciembre de 1528“». [6] Dicho lugar de La Aguada se corresponde con el que ocupaba el molino Santiago-Errota en la actual calle Catalina de Erauso, en Amara.
Junto con la escritura de compraventa se encuentra una copia del acta del regimiento de la Villa de San Sebastián, celebrado el 10 de junio de 1528, en donde se expone en primer lugar las razones que justifican la venta:
“en esta dicha Villa hauia mucha necesidad de moliendas de seuera por falta de las quales el pueblo e republica de la dicha Villa rezeuia mucho daño, e fatiga no podiendo en tiempo de verano moler sus severas que lleuavan fuera de sus casas, y moliendas, y avn de su juridicion, y por que la dicha Villa tenia lugares conbenientes para en que se ysieren mas molinos assi en sus aguas dulzes como en las saladas en sus publicos consegiles [...] todos de conformidad dixeron que por socorrer a la dicha Villa de la dicha necesidad, e porque la dicha Villa por si no vastaua ni podia ni le convenia hazer molinos y, esta muy necesitada y endeudada, assi por las obras que por mandado de su Magestad se hazen como por otras necesidades e pleitos , e por evitar derrama [...]“.
Y a continuación se manda vender en almoneda los siguientes “sitios e lugares de fazer molinos”:
“vno de ellos entre los molinos de Lorenzo de Montaot e los de Domingo Lopez de Ernialde e otro sitio, e lugar de molino entre los molinos que fueron de Martin Perez de Bildain, e del dicho Domingo Lopez, e otro sitio e lugar de molino caue Molinao en Alza que es en lugar llamado Maubernet“.
Cuatro días después, el 14 de junio, se subasta el primero de los lugares de molinos, el correspondiente al juncal de La Aguada, entre los molinos de Lorenzo de Montaot y los de Domingo Lopez de Ernialde, el que será Santiago-Errota. Así, de entrada, la operación no debía ser atractiva ya que los postores pujaron a la baja y la subasta quedó desierta. La almoneda se repetirá sucesivamente los días 21 de junio, 28 de junio, 19 de julio, 2 de agosto, y 9 de agosto, todas ellas con el mismo resultado negativo.
Todo va a cambiar en la séptima almoneda, celebrada el 13 de diciembre, una vez que la operación obtiene el respaldo real. Al inicio del acto, se da lectura a una carta del emperador Carlos y su madre, la reina Juana, en la que manifiestan hacerse eco de la petición del concejo de la Villa de San Sebastián, y, después de pedir información al corregidor y a al Consejo, atienden los motivos que le presentan y mandan dar “licencia, e facultad para que podais vender, e vendais los dichos dos sitios de molinos“, que, aunque no los cita, son el de La Aguada y Maubernet. Este aval real a la operación de venta de propiedades concejiles del concejo donostiarra propiciará el aumento del valor en la subasta, pasando de los 200 ducados iniciales a los 266 en los que se rematará y se venderá.
Como hemos dicho más arriba, no hemos encontrado nada que relacione directamente Maubernet/Malbernet con la casa de Santiago, lo que nos hace dudar de la afirmación de Lizaso cuando dice que el molino fue propiedad de Martín Sánchez de Villaviciosa y María Miguel de Santiago. Además, la duda crece cuando vemos que en el testamento de Maria Miguel de Santiago, que abunda en detalles, no hay ninguna referencia a este molino [7], ni tampoco encontramos ninguna referencia en el apartado que el historiador Jago Irixoa dedicó a Martín Sánchez de Villaviciosa y sus propiedades en el libro Pasaia: orígenes (XIV-XVI). [8]
El proceso de subasta y venta de Maubernet debió producirse a continuación del de La Aguada, ya que tan solo transcurrieron nueve meses entre la escritura de venta a Esteban de Santiago, del 21 de diciembre de 1528, y la presentación del escrito de Arriaga ante el concejo de Errenteria el 7 de septiembre de 1529. Dicho escrito evidencia que para esa fecha Arriaga ya era propietario del lugar donde se van a edificar los molinos de Maubernet. [9]
La venta de los sitios de molinos, sin embargo, no se llevaron a cabo sin cierta oposición vecinal. Una provisión dictada por el Consejo real el 15 de mayo de 1529, atendiendo a la denuncia presentada por algunos vecinos de San Sebastián, nos lo confirma:
“los Alcaldes é Regidores de la dicha villa, fingiendo ocasiones de necesidad, diz que vendieron el año pasado de mil é quinientos é veinte é ocho, ciertas tierras é sitios de molinos de que los vecinos de la dicha villa se aprovechaban de juncos é feno é pastos de ganados para sus necesidades, lo cual diz que habian fecho por aprovechar á algunas personas sus amigos que compraban los dichos heredamientos, é por se aprovechar dellos, é á otras personas con los depósitos del precio de las dichas ventas …”. [10]
Acusan al concejo de falsedad, -el concejo no había presentado las cuentas de ingresos y gastos que justificaran la necesidad de vender propiedades concejiles-, y de favorecer a sus amigos, resultando de todo ello directamente perjudicados los vecinos con derecho de uso colectivo-extracción de juncos y el pastoreo de ganado de todo tipo-, sobre los bienes de propios del municipio.
El Consejo mandará auditar las cuentas donostiarras de los últimos seis años. El resultado debió ser favorable al concejo donostiarra, ya que los derechos adquiridos por los nuevos propietarios de La Aguada y Maubernet, Esteban Santiago y Juan Perez de Arriaga, no fueron alterados.
El aval real y el del Consejo le daban vía libre a Arriaga para construir los molinos en Maubernet, pero todo no va a ser coser y cantar. El escrito que presenta ante le concejo de Errenteria nada más hacerse con la propiedad lo refleja muy bien. Arriaga se quiere asegurar de que Errenteria no va a poner ningún impedimento, ya que había oído decir a su notario que “el dicho brazo de mar era comun de los conçejos de la dicha villa de San Sabastian e desta dicha villa de Oyarçun (sic) le queria proybir e vedar porque ende que suplicaba a sus merçedes tubiesen por bien de [tachado: darle liçençia] para faser e pasar la dicha presa por la dicha basa e canal e non le quisiesen poner en ello ynpedimiento alguno en ello”. Los regidores quedaron en ir a visitar el lugar. Una nota al margen dice que “non quiso liçençia ni se le dio ¿lugar?”.
Los hechos que tuvieron lugar dos meses después de presentar su escrito explican la cautela que muestra Arriaga antes de empezar a levantar el molino: el 25 de noviembre de 1529, tuvo lugar un sangriento enfrentamiento armado en las cercanías de la iglesia de San Marcial y en la casería Port de Plat (Guardaplata) a causa del conflicto entre Donostia y Errenteria por la jurisdicción de la bahía y los perjuicios que la administración donostiarra del puerto causaba en la actividad comercial de Errenteria. [11]
Además del conflicto jurisdiccional sobre el puerto [12] Arriaga también se encontrará en Errenteria con las quejas de los vecinos por la construcción del nuevo molino en la pequeña ensenada de Maubernet. La denuncia presentada por Esteban de Yriçar ante el regimiento de Errenteria el 30 de diciembre de 1530 expone “como los de Oyarçun se quexaban de tres cosas la vucal [=presa] e molino nuevo que los de Harriaga fazian en el braço de mar del Pasaje e con consentimiento desta dicha villa…“. [13] No detalla las quejas, pero seguramente estarían en la línea de las expuestas por los vecinos donostiarras.
Ni esa denuncia, ni la realizada por los vecinos de Donostia anteriormente, impidieron la construcción del molino de Maubernet, que con el tiempo pasará a ser denominado como molino de Iparraguirre, perteneciente al caserío Iparragirre, en Molinao. Su vida como molino terminará hacia 1844, con la construcción de la carretera general y la consiguiente desecación de la marisma. La casa Aberneta, desaparecía a mediados del siglo XX, y la explanada ocupada por la pista deportiva de Usoz, la ikastola y el ambulatorio, son los últimos vestigios de aquel molino de marea que un hijo de la casa Arriaga levantó en Maubernet en el primer tercio del siglo XVI.
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Referencias:
[1] Archivo Municipal Histórico de Errenteria, EUAH-AMHE, A-1-2, pieza 4ª, fols. 45 rº-vº [122-123].
[2] AGUIRRE SORONDO, Antxon: “Nuestros molinos“. En: Altza, hautsa kenduz - X (2003), p. 166.
[3] MÚGICA, Serapio: “Los gascones en Guipúzcoa“. En: Estudios sobre San Sebastián, Grupo Doctor Camino de Historia Donostiarra 13 (1980), p. 96: “Mal-vernet [...] Vern, significa ‘abedul o aliso’ -altza en vascuence-, y según esto, el todo Mal-vernet será ‘Alisal en lugar predominante’.” Sobre el mismo asunto, ver MÚGICA, José: “Los gascones en Guipúzcoa“. En: Boletín de la Real Sociedad Vascongada de los Amigos del País. Donostia: 1967, pp. 5, 8.
[4] “Esta Casa solar de Santiago tenía sus dos bodegas y muelles y porción de montes jarales en el camino por donde se va al lugar de Lezo, y sus molinos de moler cevera nombrados Malbernet, en jurisdicción de la ciudad de San Sebastián en la ribera del brazo de mar que va hacia los molinos de Molinao con sus tierras de sembrar manzanales, huerta y demás pertenecidos, cuyos poseedores fueron Martin Sanchez de Villaviciosa y Maria Miguel de Santiago, su mujer, vecinos del mismo lugar del Pasaje [...]“. LIZASO, Domingo de: Nobiliario de los Palacios, Casas solares y Linajes nobles de la M.N. y M. L. Provincia de Guipúzcoa. San Sebastián: Imprenta de la Diputación, 1901, t. II p. 72.
[5] Serapio Múgica hizo el inventario del archivo de la Casa de Olazabal, archivo que conserva la documentación del linaje de los Santiago, y donde se encuentra el expediente, lo que nos permite sospechar que este expediente fuera la fuente de información sobre Maubernet que utilizó Múgica.
[6] Euskadiko Artxibo Historikoa - Archivo Histórico de Euskadi, Archivo de la Casa de Olazabal, signatura 000886. La transcripción del expediente aquí. Otra copia del expediente se encuentra en Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa: 1848-05-09, “Protocolización de escritura de venta del molino Santiago (San Sebastián) que hizo el Ayuntamiento de San Sebastián a favor de Esteban de Santiago, vecino de ella. A instancia de Francisco Larralde Diustegui, residente en Francia.” AHPG-GPAH 3-3329 A72r-100r.
[7] IRIXOA, Iago: “Martin Santxez Villaviciosa: Un ejemplo de expansión en la bahía“, en Pasaia: orígenes (Siglos XIV-XVI) . Sorginarri bilduma, 5. Pasaia: 2009, pp. 26, 27.
[8] 1541-09-12 Testamento de Maria Miguel de Santiago. Publ.: ÁLVAREZ PÉREZ-SOSTOA, Denis; GARRIDO YEROBI, Iñaki: In Dei Nomine. La Hondarribia del siglo XVI a través de sus testamentos. XVI. mendeko Hondarribia bertako testamentuen bidez. Hondarribiko Udala, 2014, doc. 153.
[9] Sobre esto, ver IRIJOA CORTÉS, Iago; MARTÍN SÁNCHEZ, David: Errenteria a inicios de la Edad Moderna (1495-1544), edición digital, p. 319. Edición impresa, Errenteria a inicios del siglo XVI: comercio y sociedad. Bilduma, nº 24 (2012), p. 51.
[10] Toledo, 1529-05-15: “Provisión del Consejo mandando tomar cuentas de los propios, rentas y repartimientos de la villa de San Sebastián de seis años atrás en la forma que se expresa. Registro general del Sello en el Real Archivo de Simancas, mes de Mayo, año de 1529.” Publ.: “Colección de cédulas, cartas-patentes y otros documentos concernientes á las Provincias Vascongadas”. Tomo III. Madrid, 1829, pp. 241-243.
[11] “Estas poderosas consideraciones y la de la precisión en que mediante la sentencia de Lasarte y Urdayaga y privilegio de don Enrique se les iba a poner a la villa de Oyarzun y su tierra, de desistir del floreciente comercio que habían hecho y hacían en el puerto como luego se dirá, fueron causas de irritar sus ánimos y renovar los alborotos contra San Sebastián hasta que haciendo unos y otros gente asalariada, continuaron las hostilidades y se dieron una sangrienta batalla en las cercanías de la iglesia de San Marcial del partido de Alza, causando de una y otra parte mucha mortandad y saliendo vencedores aquellos como que obligaron a los de San Sebastián a encerrarse en la casería de Port de Plat, sita más arriba de la Herrera, a la que incendiaron. Consta este Pasaje de información auténtica recibida en virtud de despacho del Corregidor de esta Provincia, licenciado Diego Ruíz de Lugo, su fecha 25 de Noviembre de 1529…“. GAMÓN, Juan Ignacio: Noticias históricas de Rentería. Nueva Editorial. San Sebastián: 1930, p. 261.
[12] Las disputa por la jurisdicción sobre las aguas de la bahía continuarán en los siglos posteriores. Sirva de ejemplo esta acta del amojonamiento llevado a cabo por el concejo de Errenteria el 16 de abril de 1691, “En todo aquello que inundan las mareas en su maior cresiente, y en el Puerto y canal de los Pasajes“, señalando la comitiva el molino Abernat como uno de los hitos: “… y desde allí a un molino de la misma villa llamado de Abernat; y desde allí por la costa asta la puente de Molinao …”. EUAH-AMHE C/5/I Lib. 5, exp. 3. Al respecto, cabe señalar que la sentencia del año 1890 que dio al municipio pasaitarra la jurisdicción sobre el distrito de Antxo hasta donde alcanzaba la marea alta, la explanada que ocupaba el antiguo depósito de carga del molino quedó bajo la jurisdicción de Altza, y por eso actualmente es parte del término donostiarra.
[13] Fermín Lasala adquirió en 1844 la concesión de la obra. Ver ROQUERO, Mª Rosario: La vida de Altza a través de sus actas municipales (1843-1900). AHM, p. 58.
Imágenes:
1. irudia: Molino de Iparraguirre, detalle del “Plano de la Ría y puerto de los Passages y de las poblaciones situadas en su costa, según se hallaban el año de 1760“. Publ.: GÓMEZ PIÑEIRO, Javier et al. Documentos Cartográficos Históricos de Gipuzkoa, I: Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército. Diputación Foral de Gipuzkoa, Donostia: 1994, p. 231.
2. irudia: Aberneta, primera mitad del siglo XX. (Fuente: Antxotarrok Historia Mintegia); la vista actual está tomada de Google Maps.
2023, 12 de Julio
Lan handia, sakona eta interesgarria egin duzue, eskerrik asko.
2023, 12 de Julio
Aupa Iñigo eta Juan Carlos. Sois unos fenómenos. Fantástico trabajo. Aurrera. Eta milesker.