«aiuntados en el campo
de Estibaus segun que lo havemos de uso de costumbre de nos juntar...» (Altza, 1390)

Juan Luis Apalategi, Elena Arrieta - OSTEGUNA Auzo Elkartea - Larratxo (Altza)

No ganó esta batalla, aunque le plantó cara y luchó, pero no pudo esta vez. Alberto ha fallecido. A lo largo de su vida política y social, no nos cabe ninguna duda de su prioridad por Altza. Popularmente se le conoció como el Concejal de Altza y salvando las diferencias entre las decisiones políticas muchas veces no compartidas por nosotros, las asociaciones vecinales, queremos señalar esa faceta cercana, humana, de vecino del barrio que nunca abandonó, tuviera el papel político que tuviera. Teníamos ese punto que nos unía: Altza. En su época de político municipal, fuimos testigos de su esfuerzo por lo cotidiano en la vida altzatarra.

Alberto Rodríguez comenzó su andadura política con una concejalía puesta a su medida, la Concejalía de Barrios, y aunque en su dilatada vida política ha tenido diferentes puestos dentro del Ayuntamiento, todos y todas le recordaremos como aquel concejal de barrios, una persona cercana que atendía todas las reclamaciones de los altzatarras, e intentaba por todos los medios, canalizarlas y hacerles seguimiento, motivo éste que le causó más de un disgusto en el entramado político municipal.

Nuestro sentimiento, nuestra percepción, todo lo que intentamos expresar aquí, parte del nexo altzatarra, pero nos consta, lo sabemos, que la gestión político-social de Alberto no se centró sólo en Altza. Donostia, en su conjunto y  en  su barrio a barrio, recibió  el fruto de una gestión sin límites, sin diferencias, bien construida y ejecutada sin regatear esfuerzos.

En nuestro entorno echaremos en falta el papel socio-vecinal de Alberto. No es muy corriente que recordemos a un político como alguien que no olvidó nunca sus orígenes obreros,  introduciéndose en política a través de los movimientos populares, que ha vivido a pie de calle y que ha hecho política desde la propia calle, desde el convencimiento de que el fin y los medios tenían que estar al servicio de la ciudadanía. Por todo ello, y porque lo hemos vivido, le estamos agradecidos.

Adiós a un político que se mantuvo fiel a la ciudadanía, que hizo todo lo que pudo, y que ha sabido defender hasta el final, su filosofía de izquierdas respetando todo lo que le viniera de sus vecinos y amigos, Eso, sólo lo hace la buena gente.

Cuadernillo dedicado a Alberto Rodríguez editado por un grupo de altzatarras en 2013 con motivo de su jubilación.