«aiuntados en el campo
de Estibaus segun que lo havemos de uso de costumbre de nos juntar...» (Altza, 1390)

Gure Bidea elkartea, Zigor Etxeburua Urbizu

El objetivo de la asociación Gure Bidea es trabajar por la mejora de las infraestructuras urbanas, y de los equipamientos de salud y deportivos, para que las y los altzatarras disfrutemos de una calidad de vida mejor. Es por ello que estamos siguiendo con interés la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Donostia, ya que nos parece una oportunidad para dar solución a las necesidades que tiene nuestra comunidad.

La población de Altza creció mucho en un periodo de 50 años: pasó de 5.425 habitantes en 1930, siendo todavía municipio, a 44.384 habitantes en 1986; se multiplicó por ocho. Como consecuencia, se construyeron muchas casas, en cualquier espacio y de cualquier manera, amontonando a las y los nuevos habitantes en pequeños espacios, sin infraestructuras, sin acondicionar espacios libres, y sin suficientes equipamientos. Las consecuencias de ese urbanismo caótico y descontrolado han llegado hasta hoy día.

La superficie que el ayuntamiento de Donostia hoy día considera Altza es muy populosa y está densamente edificada: existen 8.246 viviendas, el 11 % de la ciudad. Además, el parque inmobiliario es antiguo (promedio de 53 años) y tiene una gran necesidad de rehabilitación, también en los espacios comunes público-privados circundantes a los edificios. La ciudad ya construida es diversa y compleja, ya que tiene una orografía en pendiente, y porque se construyó sin prever soluciones de accesibilidad.

Los equipamientos (polideportivos, centro de salud, colegios, euskaltegi, casa de cultura, comercios…) y las infraestructuras están alejadas entre ellas, en barrios que están a diferentes cotas, y no están bien conectadas; ello dificulta el flujo de las y los usuarios de un barrio a otro. Además, el hecho de que los pasos y espacios comunes circundantes a los edificios sean privados dificulta más la situación. A ello hay que sumar el hecho de que algunos terrenos de Altza (Altza 13 bis, AL.04) todavía sigan sin reparcelar desde la década de 1970, y sin aclarar a quien corresponde la responsabilidad de mantener ciertos espacios. A raíz de ello, el espacio público está abandonado y descuidado, y aunque se han realizado algunos arreglos, nunca se ha actuado con una visión integral. Es por ello que las infraestructuras y la trama urbana que utilizamos en nuestro día a día tienen graves deficiencias de accesibilidad.

Estas carencias se van haciendo más evidentes a medida que aumenta la edad de la población. Hoy en día, Altza está envejeciendo más rápido que Donostia (en 15 años, 9 puntos más que Donostia, y 1 punto menos en la tasa de natalidad), y el 45 % de las personas mayores de 65 años de Donostia que vive en casas sin ascensor vive en Altza. A ello hay que sumarle que somos las y los altzatarras quienes mayor vulnerabilidad económica padecemos, lo que nos dificulta garantizar la accesibilidad de nuestras casas. Precisamente, según el Inventario de Vulnerabilidad Urbana del Gobierno Vasco, Altza es la zona urbana de Gipuzkoa con mayor vulnerabilidad urbana. Todos estos problemas son graves y el ayuntamiento de Donostia los conoce, ya que le hemos pedido ayuda muchas veces.

Consideramos importantes todos estos aspectos, y por ello la revisión del PGOU debería tenerlos en cuenta. Sin embargo, durante años el PGOU les ha dado la espalda a las carencias de la ciudad consolidada, y el ayuntamiento ha solido delegar en el departamento de mantenimiento la respuesta a las necesidades y peticiones de los barrios, logros que han tenido que ser bien peleados, pero sin actuar nunca con una visión integral. Es por ello que existe entre las y los altzatarras la sensación de que no se nos trata por igual. En opinión de la asociación vecinal Gure Bidea, el ayuntamiento tiene una tarea, e incluso un reto, en barrios como el nuestro que son resultado de un urbanismo sin control: le corresponde regenerar la ciudad construida, cohesionando el tejido urbano, iniciando actuaciones de regeneración integral urbana en zonas deterioradas y sin accesibilidad, para dignificar la trama urbana que está construida, con el objetivo de que se desarrolle la vida social con unos estándares de calidad adecuados y combatiendo las desigualdades. Ya es hora de reparar en la ciudad que ya existe; es tiempo para la reparación.

Gure Bidea elkartea

Zigor Etxeburua Urbizu