La casa de Buenavista
Jose Mª Lasa
Buenavistako plaza nortasun handiko eraikuntzaz inguratuta dago: eskolak, portuko «Almacen 4», Telefonicako edifizioa, argazkian dagoen etxea eta zokoratuta baina arkitektura aldetik balio handia duen ondoko fabrika. Buenavistak eraberritzea behar du ondo dagoena zainduz eta zabartuak dauden eraikinei funtzio berriak emanez.
Cuando los hombres perdemos la brújula, y en nuestras vidas predominan más los intereses de tipo económico que los valores humanos, sean éstos culturales, históricos, sentimentales o patrimoniales, corremos el peligro de despersonalizarlo todo, y en aras de una supuesta eficacia, muchas veces discutible, pretendemos con abundantes argumentos justificarlo todo, con tal de conseguir nuestros objetivos, aunque tales objetivos dejen a veces mucho que desear.
El motivo de este escrito no es otro que elevar una protesta contra el plan de Reordenación referente a Buenavista que pretende la demolición de una serie de edificios, con el fin de construir nuevas viviendas.
El caso es que varios de esos edificios alcanzan ya casi el rango de centenarios. Puede haber edificios que con el transcurso de los años y debido al descuido o abandono del que ha sido objeto, presente un estado ruinoso, lo cual no deja de ser francamente lamentable.
Pero cuando se han puesto los medios necesarios para su conservación y ofrecen un aspecto saludable, pese al paso de los años transcurridos, su demolición resulta cuando me-nos odiosa, y las más de las veces sospechosa, por más que los detractores intenten justificarlo, aduciendo como explicación la necesidad de construir nuevas viviendas, hecho de por sí perfectamente lícito.
Aunque sean varios los edificios antiguos amenazados quiero en este caso referirme sobre todo a uno de ellos que conozco por dentro y por fuera.
Presenta dicho edificio un porte y una solidez que yo definiría fuera de lo común. Sus paredes tienen 75 cm. de espesor en su parte baja, lo que confiere al edificio un aire de Palacio-fortaleza.
El primer piso está flanqueado por dos terrazas, una orientada al Norte, con una preciosa balaustrada, desde don-de se divisa el puerto de Pasajes, y otra al Sur llena de flores que alegran el entorno.
Bellos herrajes decoran los balcones de la cara Este del edificio, lo que le aporta un toque de distinción que realza su magnífica fachada. Este tipo de balcones son difíciles de hallar actualmente en la propia ciudad e incluso en muchos de los pueblos de la provincia. Ostenta además un bonito mirador en el tercer piso, y los balcones del 2º y 3º pisos tienen un bella balaustrada de madera con ostentosos dibujos geométricos.
Este edificio debe su singularidad a su pasado histórico marcadamente significativo. Antiguo Hotel de renombre ya en tiempos de Alfonso XIII, conoció también el esplendor del puerto pasaitarra, cuando marinos de todo el mundo, y en especial europeos, pernoctaban en sus habitaciones, o degustaban una copa en su famoso Café.
Otro dato reseñable es el que comentaba en cierta ocasión una señora ya mayor del barrio, que vivió durante aquella época, en la que refería que el general Primo Rivera aguardaba con su séquito en este lugar, esperando al barco que le transportaba hacia Pasaje de San Juan, a disfrutar un día de pesca. Este hotel como he dicho, gozaba en aquella época de gran renombre y consideración.
En la actualidad es la casa “madre” por así decirlo, de todo el barrio de Buenavista, dotándole al mismo de auténtica personalidad, razón por la cual es merecedora de múltiples alabanzas tanto por parte de los que concurren y merodean por los dos bares que en la planta baja se ubican, como por los transeúntes que pasan por la carretera que discurre al lado.
Cuando hace unos 15 años limpiaron su cara pintando la fachada, mereció frases encomiables y hubo mención de ello por parte de la prensa, pues apareció un artículo junto con la fotografía de la fachada principal, dando cuenta de lo bien que había quedado “la casa de Buenavista”.
¿Pero a qué viene todo esto, que como digo no es más que un breve bosquejo, de un sinfín de páginas que duermen en tantos años de Historia?
Al comienzo de la carta he dado cuenta de los persistentes rumores que hablan de la posible demolición de este edificio tan singular. ¿Para qué?
Según la mencionada ordenación municipal, en esta zona se construirán viviendas (algunas de ellas de protección oficial), y por lo visto en dicha ordenación se contempla la realización de una plaza, en el terreno que más o menos ocuparía dicho palacio fortaleza. Es decir, dicho claramente, desaparecería la casa y en su lugar aparecería un solar, como si en la zona no hubiera lugares más idóneos y que respetarían a la vez el edificio, para su realización.
Pues bien, así debe de opinar el Ayuntamiento, que sin ningún tipo de escrúpulo llevaría a cabo la construcción de viviendas, suprimiendo así de golpe lo que de más preciado tiene el barrio de Buenavista, y como más arriba se ha explicado, da auténtica personalidad a la zona, tomando decisiones desde la comodidad de un despacho, sin que por lo visto, les importe un bledo su destrucción.
¿Qué pensar ante semejante atropello? ¿Hay derecho a acabar desde un despacho una obra con tanta historia y significación?
Según un famoso arquitecto italiano que recientemente pronunció una conferencia en San Sebastián sobre la arquitectura actual, muchos de los Ayuntamientos se están cargando el patrimonio histórico de las ciudades realizando obras que destruyen edificios con auténtica personalidad, sustituyéndolos por otros más modernos, que con un criterio de producción industrial cambiante (ese es el mundo en el que nos ha tocado vivir, por suerte o por desgracia), fijan su duración en un lapso de tiempo que oscila entre cincuenta y los cien años, cuando los antiguos como el caso que nos ocupa estaría proyectado con un criterio mucho más perdurable.
Ante esta última consideración, ¿qué decir de la casa de Buenavista, cuya estructura, basada en la solidez y envergadura de sus muros tendría una duración de otros quinientos años?
Y para terminar, aunque no con ánimo de agotar el tema se me ocurre unas consideraciones:
a) ¿Está este edificio “en estado de ruina”? No, evidentemente.
b) ¿Seguiría Buenavista siendo la de siempre?
c) ¿No hay espacios disponibles para realizar una plaza?
d) ¿Todos los barrios nuevos tienen que estar cortados por el mismo patrón?
e) ¿Dónde está la imaginación y originalidad de los arquitectos municipales? La presente carta quiere ser una queja y una reflexión, antes de que como ocurre desgraciadamente con frecuencia, tengamos que lamentar una pérdida irreparable con su desaparición.
Es por eso que queremos extender la presente para su debida información y conocimiento.
