Jose Mari geurea
Euskal Giroa/Herrera
Mendizale, bizilagun, festazale, elkarkide, edozertan
Laguntzaile, lanerako beti prest, baina batez ere adiskide.
Naturarekiko maitemindua zen, Auzoa, Herria, Euskal Herria zituen maite.
Denak ziren bihotz zabal horren barne.
Zenbat aldiz bere esku indartsuez egur gogorra lantzen!
Beti ikastola eta euskal kulturaren alde.
Bidegabekerien aurka amorratua, lagun leiala,
Gazte gaztetatik borrokatutako langile.
Horren bihotz handikoa leher!
Zeru zabalean barreiaturik,
Txinparta batean joan zitzaigun aldamenetik,
horren gogoko zituen su artifialen moduan,
bapatean, gorantz begira, azkarregi, arin arin. Su eder!
Agur lehendakari!
Agur lagun maite!
Nos ponemos delante del papel y las palabras se nos vuelven vanas, huecas, sin que ninguna alcance el sentimiento que nos invade ¿Cómo reflejar la mezcla de dolor, agradecimiento, estupor, enfado,…? Es difícil rendir homenaje a quien desde hace años ha trabajado tanto y tan bien por Herrera, por Altza, sin protagonismos, sin falsedades, como sólo la gente de bien sabe hacer, poniendo toda su experiencia y su conocimiento en todo lo que hacía para las fiestas populares, campeonatos deportivos de barrio, pero sobre todo, donde más claramente se ve, es en Euskal Giroa.
Se ha ido siendo el Presidente de la Sociedad. Detrás de lo que puede parecer un mero trabajo lúdico y de dinamización de una sociedad encontramos toda una filosofía de vida, de convivencia, de hacer pueblo, con un ir y venir de fracasos y logros sociales —porque Herrera es lo que es— sin desanimarse y adaptándose a jugar con las cartas que tenía entre manos, sin faltarle nunca fuerza y vigor; con esa aparente rudeza que suavizaba esa ternura que no alcanzaba a esconder cuando le veíamos cuidar la pequeña franja de plantas que adorna la entrada de la Sociedad.
Euskal Giroa forma parte de la esencia de Jose Mari, o Jose Mari estará siempre en la esencia de Euskal Giroa. Durante toda su larga gestión ha sabido trabajar en equipo y asegurar el futuro de la sociedad. Pero se ha ido, y por eso, quizás, nos sentimos un poco más solos y un poco más tristes.