Hace 50 años moría Josu Artetxe
Jose Ramon Zapirain “Zapi”, Antxon Alfaro
En diciembre de hace 50 años, la dictadura franquista veía tambalear sus cimientos con el atentado que ETA realizó contra el almirante Luis Carrero Blanco. El jueves 20 de diciembre de 1973 al paso del vehículo de Carrero por la calle Claudio Coello de Madrid, el comando Txikia de ETA explosionaba un artefacto que terminaba con su vida. Unos meses antes Franco había nombrado a Luis Carrero Blanco como Presidente del Gobierno y se le consideraba como el sucesor del dictador a su muerte.
La elaboración de este atentado, conocido como “Operación Ogro”, contra la élite franquista tuvo numerosas ramificaciones. Una de ellas, que ocurrió dos semanas antes, llega hasta Altza. Tiene un nombre: Josu Artetxe Aiesta (Zeberio, 1952-Altza, 1973). Un joven de 21 años que fue capaz de dar su vida para que dicho atentado no fuese descubierto.
En el otoño de 1973, Josu, militante liberado de ETA, era responsable de los comandos legales en Gipuzkoa. Vivía con una pareja en el Polígono 13, bloque 14, portal 5, 7º D, en lo que hoy se conoce como calle Bertsolari Txirrita nº 9 del barrio Larratxo en Altza.
Josu había llegado, en septiembre, a Altza a través de su amigo Joxe Etxeberria Sagastume “Beltza”, hermano de la propietaria del piso. Joxe Etxeberria murió unos días antes que Josu, el 28 de noviembre, tras explotarle el artefacto que estaba manipulando junto al también miembro de ETA, Jose Luis Pagazaurtundua Isusi.
En el mes de noviembre, tras diversas detenciones, la policia obtuvo información del piso de Larratxo. La madrugada del jueves 6 de diciembre, un gran despliegue policial controlaba los accesos al polígono 13 de Altza, que se empezaba a desarrollar en aquellos años. Hacia las tres de la madrugada inspectores de la Brigada Politico-Social de la Policía, conocidos como secretas, accedieron en el bloque 14, al portal 5. Al no conocer exactamente la ubicación de la vivienda que buscaban, fueron vivienda por vivienda preguntando por las personas que residían en cada una de ellas, y por una mujer de la que portaban su foto.
Muchas de las viviendas todavía se encontraban vacías, ya que el bloque se acababa de construir recientemente. Al llegar al séptimo piso llamaron en las puertas A, B, C y D, al grito de “¡abran, policía!”. Solamente se abrió la puerta B, donde vivían Ana Yarza Martiarena y Abdon Macias Macias “Txoko”. Este matrimonio se acababa de trasladar a su nueva vivienda en el todavía en construcción barrio de Larratxo. En los años siguientes, Ana y Txoko serían muy conocidos en dicho barrio por el trabajo político y social que desarrollaron.
Txoko había sido detenido el 24 de noviembre, por su implicación en la la huelga de la fábrica Medasa de Herrera en la que trabajaba, siendo encarcelado durante tres días en la carcel de Martutene. Por este motivo, pensó que venían de nuevo a detenerle, y como recuerda Ana, al abrir la puerta les dijo a los policias “otra vez venís a por mi”. A lo que un policia que le conocía le respondió “tranquilo, hoy no te toca a tí”. Le enseñaron la foto de una mujer y le preguntaron si la conocía, respondiéndoles que no. Luego le preguntaron si había más gente en la vivienda y les dijo que su mujer. Le dijeron que también saliese y le enseñaron también la foto, no conociéndola. Llevaban muy pocas semanas viviendo en el edificio recien construido. Ana recuerda que pasaron mucho miedo. Cerraron la puerta y hacia las 6:30 salieron de casa, Ana en dirección al trabajo y Txoko a casa de su madre. Había policias por la escalera y en la calle. Muchos estaban apostados en el Paseo de Larratxo, ya que las casas de enfrente estaban todavía sin construirse.
En las viviendas A, C y D nadie respondió. Las viviendas A y C están desabitadas, la policía intuyó que en la D se encuentraba su objetivo. Decidieron esperar refuerzos, desalojaron los siete portales del bloque 14 y tomaron posiciones en el Paseo de Larratxo frente a la vivienda. Hacia las 8 de la mañana se inició un tiroteo. Josu dijo a la pareja “no me cogerán vivo”. Fueron sus últimas palabras con la familia que le acogía. El matrimonio se refugió debajo de la cama de su dormitorio y Josu desde su habitación respondió a la policía.
Hacia las 10 de la mañana, las fuerzas policiales comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas contra la vivienda. Con el paso del tiempo el aire se fue haciendo irrespirable y una hora más tarde el matrimonio decidió salir de su habitación y entregarse. [1]
Después de un prolongado tiroteo, según la prensa de la época llegaron a contarse más de 200 impactos de bala en la vivienda [2]. Alrededor de las 2 de la tarde los policías dejaron de recibir respuesta. Josu había muerto. La autopsia señalaba que la muerte había sido producida por un único tiro en la sien.
Desde el primer momento, la hipótesis del suicido fue rechazada totalmente, ya que eran conocidos los métodos de tirar a matar utilizados por la policía franquista. Sin embargo, informaciones recogidas posteriormente apunta a la hipótesis de que Josu decidió quitarse la vida antes de llegar a ser detenido. Era consciente de que si lo detenían sería brutalmente torturado y que podría llegar a dar datos sobre la acción que se preparaba en Madrid, de la que tenía información.
Iñaki Egaña en su último libro “Operación Ogro” [3] recoge un dato que muestra la relación de Josu con el atentado de Madrid. Jesus Zugarramurdi Huici “Kixkur”, íntimo amigo de Josu y autor material de la explosión que mató a Carrero Blanco, cuenta que en el momento de activar el explosivo no tenía otra cosa en su mente que a su amigo Josu Artetxe.
Josu Artetxe y José Miguel Beñaran “Argala”
La poca gente que entonces habitaba en un Larratxo en construcción recuerda que vivió con mucha tensión aquellos hechos por la ocupación policial, el desalojo de todas las viviendas y el posterior tiroteo y acribillamiento del piso donde estaba Josu, dentro de una nube de gases lacrimógenos.
Dos años después de la muerte de Josu, en el año 1975, moría el dictador Franco y comenzaba la que se ha llamado “transición democrática”. En este periodo, a mediados de los años 80, dentro de la dinámica de recordar a los y las militantes caídos en la lucha contra la dictadura franquista, la izquierda abertzale de Altza organizó un homenaje a Josu Artetxe y colocó una placa conmemorativa en la plaza del barrio de Larratxo. A partir de entonces la plaza es conocida como “Josu Artetxe plaza” tanto por la vecindad como en las relaciones con el Ayuntamiento de Donostia.
En varias ocasiones la placa ha sido retirada por las “Fuerzas de Orden” y vuelta a colocar otras tantas. Aunque en este momento la plaza no tiene ningún distintivo, sigue siendo denominada popularmente “Josu Artetxe” en memoria de aquel joven que entregó su vida para que el franquismo no tuviera continuidad en el almirante Carrero Blanco.
Referencias:
[1] La Voz de España, 1973-12-07: “Un activista de ETA muerto en tiroteo con la policía en Alza”.
[2] La Vanguardia Española, 1973-12-07: “San Sebastián: Un activista de la E.T.A. muerto en tirotea con la policía”.
[3] EGAÑA SEVILLA, Iñaki (2023): Operación Ogro. Hechos y construcción del mito. Tafalla: Txalaparta.
