Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI (I)

2025, 20 de Junio

“]la-herrera-1802

(1. irudia)

Iñigo Landa, Juan Carlos Echeveste

El siglo XVI europeo es el de la navegación transoceánica y las colonizaciones. El rey Felipe II (1557-1598), en su lucha contra la piratería y la pugna con otras potencias europeas por el control de los océanos, emprendió un gran plan de construcción naval basado en una política de plantíos de bosques de roble, la madera más adecuada para la construcción de los cascos de los navíos.[1] Las disposiciones reales tuvieron un impacto directo en las poblaciones y puertos de la costa cantábrica, incluida Altza. De hecho, Altza, situada en la bahía de Pasaia y con astilleros en las cercanías,[2] ofrecía condiciones inmejorables para abastecer a los astilleros de madera de roble.

Nota: Dada la extensión del artículo, se publicará en cuatro partes. Al final de esta página hay un índice de los temas que se van a tratar.

Sin embargo, aunque las disposiciones reales obligaban a las Juntas Generales y concejos a su ejecución, esta no tuvo lugar sin que las instituciones gipuzkoanas manifestaran su desacuerdo. Concretamente en la Junta de 1564 respondieron de esta manera a los planes del rey: “en esta Provinçia no conviene al servicio de Su Magestad que se tenga la orden en el plantar de robles, la orden que se da por la dicha provisión, ni se podría cunplir ni executar“,[3] exponiendo acto seguido los motivos: la Provincia es pequeña y hay poca tierra, y “tiene mucha población e está fundada sobre herrerías e labranca e crianca e tratto de mar“. Por esa razón, en un territorio como Gipuzkoa, con una economía sustentada en la industria, la agricultura, la ganadería y el comercio, no había espacio en sus montes para plantar robles destinados a la construcción naval.

A pesar de ello, las instituciones guipuzcoanas tendrán que cumplir las disposiciones reales, y en su aplicación se encontrarán con problemas y complicaciones que ya se podían predecir a partir de lo argumentado por las Juntas Generales, muchos de ellos relacionados con la gestión de los terrenos de propiedad pública. En efecto, las tierras concejiles, propiedad de las villas, eran las más susceptibles de ser utilizadas para los plantíos de robles y la provisión de madera para la construcción naval, un destino incompatible con el que se le daba tradicionalmente por la población, un amplio conjunto de actividades, mayoritariamente legítimas y autorizadas por el concejo, desde la sencilla recogida de frutos hasta la compraventa de parcelas de terreno, pero también para otras ilegales, como usurpaciones y robos.

Lo ocurrido en el caserío Mirasun en 1597 es una muestra de esto último. El concejo de Donostia vendió al general Antonio de Urquiola, que estaba construyendo galeones para el rey en el astillero de Lezo, 160 robles que tenía en tierras concejiles situadas en torno a los caseríos Sius, Mirasun y Mercader, así como en Herrera. Cuando fueron a ver los robles marcados se encontraron con que Tomás de Guruceaga y María López de Guruceaga, padre e hija propietarios de Mirasun, habían cortado de su pie 45 robles que estaban en tierras concejiles y los habían apilado en el portal del caserío. Fueron detenidos por cortar los robles y luego condenados a pagar el valor de los mismos y una multa.[4]

El propósito del presente artículo es conocer cómo se desarrolló la aplicación de la política forestal impulsada desde la monarquía española a favor de la construcción naval y sus repercusiones en Altza, especialmente en todo lo relativo a los problemas y conflictos surgidos en torno a la gestión de las tierras concejiles.

img_20250331_111103cEl roble

El roble ha sido tradicionalmente un árbol fundamental e icónico en los territorios de la vertiente cantábrica, pero basta con darse un paseo por los montes y valles para cerciorarse de que actualmente la presencia del roble es muy escasa.[5] Dicha escasez, sin embargo, no es reciente, viene de lejos. Podemos retroceder quinientos años para encontrar claras señales de una deforestación continuada en el tiempo provocada por el crecimiento demográfico y la expansión de la agricultura y la ganadería.

Sin embargo, la monarquía española necesitaba impulsar la construcción de barcos para mantener el control de los océanos y, para ello, era indispensable asegurar el suministro de madera, sobre todo de roble.[6]

Por su situación geográfica, Altza es un lugar adecuado para los robledales. Además, por la amplitud de su territorio [7] y por estar situada en la bahía de Pasaia, le convertía en un lugar perfecto para la explotación intensiva de robles. Todo ello hizo que sus tierras estuvieran en el punto de mira de los responsables de aplicar la política forestal orientada a la construcción naval y se viera envuelta en conflictos.

Por ejemplo, a principios de 1589, un grupo de vecinos y propietarios de casas altzatarras pidió con éxito al concejo de la villa de San Sebastián que no se plantaran robles en unas laderas cercanas a Molinao, porque les causaba gran perjuicio. Las tierras donde se debían plantar robles eran tierras concejiles de San Sebastián y los que veían perjudicados sus intereses eran ganaderos que utilizaban estos montes públicos y propietarios de manzanales cercanos.[8]

Antecedentes de la deforestación: crecimiento e intereses contrapuestos

A lo largo de los siglos XIV y XV, los bosques empezaron a escasear como consecuencia del crecimiento económico y demográfico. Este proceso lo podemos ver claramente en Altza. Al menos, entre los años 1379-1439, los altzatarras aparecerán en los documentos como vecinos de “Artiga”, “Artigas de Alza” o “Alza”. La palabra Artiga habla de roturaciones, de ganar terrenos al bosque para destinarlos a labores agrícolas, -manzanales, sobre todo-, y pastos para el ganado.[9] La roturación, el crecimiento de la población y la estructuración como comunidad irán de la mano, y una de las consecuencias más relevantes en Altza será la fundación de la iglesia de San Marcial, impulsada por los vecinos de la Artiga de Altza, en 1390. Aquel primer edificio de la iglesia será de madera.[10]

La madera era una materia prima básica en el modo de vida y la economía de la época, -construcción, combustible, utillaje…, también para la construcción naval-, y ya en el siglo XIV conoceremos las primeras órdenes reales para hacer frente a la disminución de las masas forestales. A partir de finales del siglo XV, con el descubrimiento de América, cuando las fronteras de la península y de Europa se van a extender más allá del océano Atlántico, la necesidad de madera aumentará notablemente.

De este modo, el proceso de deforestación se intensificará. Las ferrerías y astilleros situados en el fondo de los valles guipuzcoanos consumieron los recursos forestales desde el fondo del valle hasta las partes altas de la montaña.[11]

Para afrontar este problema, a partir de mediados del siglo XVI veremos una multiplicación de disposiciones reales. Si con anterioridad la construcción naval ya era una actividad estratégica del estado, a partir de ese momento lo será aún más y los bosques de la vertiente cantábrica se pondrán en el punto de mira de la política forestal.[12]

REFERENCIAS

[1] MARTÍNEZ GONZÁLEZ, Alfredo José: “Fomento naval y gestión forestal en la segunda mitad del siglo XVI: documentos para una historia jurídica, intitucional y social en el arco cantábrico“, en: Anuario de Historia del Derecho Español [AHDE], 86. zkia. (2016), pp. 749-783; Del mismo autor: “Masas forestales para las armadas: Las áreas jurisdiccionales de montes y plantíos (siglos XVI-XVIII)”, en: Naveg@mérica, nº 14 (2015), pp. 7-8; “Bosques guipuzcoanos para la construcción de navíos y recopilación normativa por el Real Consejo de Castilla (1569)“. Tiempos Modernos, 39 (2019/2), pp. 321-342.

[2] Ver AHM: “Algunas notas sobre la construcción naval en Altza“, en: www.estibaus.info (2024-04-12).

[3] AYERBE IRIBAR, Rosa: Orígen y desarrollo del derecho y de la administración forestal en España y en Guipúzcoa. El Servicio forestal de la Diputación de Guipúzcoa. I. Documentos. 2005. Doc. 7, pp. 12-13: “Minuta de razones expuestas por la provincia de Guipúzcoa para que no se ejecutase en ella una real provisión sobre plantíos de robles, conservación y aumento de montes.” (1564-11-22).

[4] “[Al margen: Que Antonio de Urquiola dio la villa 160 robles que tenia en la tierra de Alça para fabrica de galeones de su magestad. Y en regimiento de 22 de mayo del año seguiente de 1598 se refiere dio poder la villa a Miguel de Acosta mayordomo de ella para cobrar 1507 reales y 32 maravedis por los dichos robles]

En regimiento de treçe de junio esta el decreto seguiente:

Este dia el alcalde Gregorio de Echaçarreta y regidor Agustin de Lizarza que fueron ymbiados a la tierra de Alça a ber los robles creçidos que en ella ay del consejo que los a pedido a Antonio de Urquiola para la fabrica de su magestad y sus galeones a lo qual enbio a maestre Juan de Urizmendi que es maestre de fabricar dichos galeones para señalar los que son utiles e yçieron relaçion de como se an señalado nouenta pieças de robles de trasmocho y algunos altos que estan de frente de las cassas de Sieus y Mirasun y otros veinte y cinco cerca de la hereda[d] entre el molino del jurado Gaspar del Portu y la casa de la Herrera y otros quarenta y cinco que estauan señalados y allaron cortados por el pie desde la cassa de Mercader asta la de Mirasun y que hauiendo quien hauia cortado otros quarenta y seis robles que se allaron en la puerta de la casa de Mirasun se allo que los hauian cortado Thomas de Guruçeaga y Maria Lopez de Guruçeaga dueños de la cassa de Mirasun y por el excesso de hauer cortado los dichos robles estando plantados para el consejo desta villa y en tierras suyas ynbiaron presos al dicho Tomas y su ija para probeer en el caso lo que conuenga y hauiendo quedado de acuerdo con el dicho maestre Juan de Urizmendi señalados los dichos çiento y sessenta robles que se cortarian luego y la leña de la rama y corteza quedaria para esta villa y el balor de los robles tasados se pagarian y para conferir lo que toca a la paga de ellos fueron al Passaje y lo comunicaron con el el dicho Antonio de Urquiola el qual prometio de pagar el balor de los dichos çiento y sessenta robles por la tasacion y a precio de lo que el dicho maestre Juan de Arizmendi yçiere del primer dinero que su magestad librare y enbiare para la dicha fabrica y en esta conformidad quedaron de acuerdo para que se cortasen y los lleuasen y dijeron que en lo susodicho se auian ocupado etcetera. Y en raçon de estos robles ay otros decretos attras y adelante.

[Al margen: Que Thomas e Tomas (sic) de Guruçeaga y María Lopez de Guruçeaga dueños de la cassa de Mirasun cortaron robles conseguiles y les condenaron por ello en pena]

Y en quantto a los quarenta y seis robles que tienen cortados los dichos Thomas y su yja probeyeron que se notifique a los dichos Tomas de Guruçeaga para que en el domingo se allen con un maesttre carpintero para que juntamentte con el nombrado por esta villa se tasen y exsaminen los dicho robles para que paguen su valor y ademas de ello por el exceso de hauerlos cortado por su propia autoridad sin lizençia y consentimientto desta villa les condenaron en mil maravedis de pena lo qual yo el dicho escriuano notifique el dicho probeymiento a los dichos Tomas y Maria Lopez de Guruçeaga en sus propias personas los quales dandose por notificados dijeron que lo oyan.” Archivo Municipal de Donostia (AMD), H-00299-L, pp. 531-534, 1570-10-19. Publ.: MUÑOZ ECHABEGUREN, Fermín: “Dos documentos sobre finales del XVI sobre robles en Altza“, en Altza Hautsa Kenduz X (2009), pp. 78-79.

[5] Los bosques ocupan el 61% del territorio gipuzkoano, y, de toda esa superficie forestal, el roble representa el 16%. https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/mapa_forestal_2022/eu_agripes/adjuntos/El-bosque-vasco-en-cifras-2022_EUS.pdf

[6] “La madera del sur y de levante peninsular no era demasiado apta para naves atlánticas, probablemente por la mayor amplitud de sus anillos anuales, y su nudosidad. En una cédula de 1593 se explica que la prohibición de que naves andaluzas fuesen a la flota de Indias se debía a que la madera de pino, empleada sin dejarla curar, al secarse despedía los clavos, aflojaba los pernos y originaba que el casco se abriera y se perdiera la embarcación.

Para la construcción de barcos, entre el 30 y el 50 por ciento procedía de madera de coniferas, sobre todo pinos, y entre el 50 y el 70 por ciento, de frondosas, especialmente el roble (Quercus robury Quercus petraea). El olmo y el fresno se utilizaban para las cureñas de los cañones y cuadernas de las embarcaciones menores. El haya, para remos e interior de los barcos. El pinabete y pinsapo se empleaban para tablones. Roble y pino, por su elasticidad, escaso peso y gran duración, eran las maderas fundamentales en la construcción naval.” Ver FERNÁNDEZ IZQUIERDO, Francisco: “Astilleros y construcción naval en la España anterior a la Ilustración“, I Jornadas de historia marítima, 1989, pp. 43-44.

[7] El territorio histórico de Altza tiene una superficie de 14,5 km2 (UBILLOS, Mikel: “Estudio de los límites del antiguo municipio de Altza”, en: Altza Hautsa Kenduz I, (1988), p. 16. En el ranking de municipios gipuzkoanos por superfice, Altza ocuparía el puesto 45 de 88.

[8] “San Juan de Oyarzaval al vezino de esta Villa. Por mi e Juanes de Casares, Domingo de Berra, Bernart de Darieta, Anton de Roncesballes, Simon de Miraballes, Anton de Aduriz, Juan de Arçaq, Juanes de Arnabidau, Anton de Aduriz dueño de la casa de Acular, Guillen de Casares, Domingo de Larreaherdy, Ramus de Sieus y consortes, vezinos e moradores de Alça, pareçemos ante vuestras mercedes y dezimos que a nuestra noticia ha venido que vuestras mercedes han mandado e mandan plantar de robles el termino nombrado a la Cruz que es en la dicha Alça entre el molino de Molinao y la cassa de mi el dicho San Juan de Oyarçaual y es assi que si el dicho termino se planta de robles como se presupone, nosotros perdemos nuestras cassas porque el ganado hemos de echar forçosamente al dicho término y no a otra partte y demas perdemos los mançanales y sembradios de las dichas nuestras cassas e con esto nuestras vidas, y la villa respectto de nuestro daño no reciue probecho alguno, atentto lo cual y que somos vecinos de la dicha Villa y hermanos de vuestras mercedes desde su fundación…”. Publ.: MUÑOZ ECHABEGUREN, Fermín: “Dos documentos sobre finales del XVI sobre robles en Altza”, en Altza Hautsa Kenduz X (2009), pp. 77-78.

[9] LANDA, Iñigo; ECHEVESTE, Juan Carlos: “Altza XIV. eta XV. mendeetan”, en Altza, Hautsa Kenduz III (1996), pp. 54-59.

[10] ELEJALDE ALDAMA, Félix: Parroquia Altza San Martzial. Centenario VI. Mendeurrena 1390-1990. Instituto Dr. Camino de Historia Donostiarra, 1990, p. 30.

[11] Hasta entonces principalmente ocupados por robles, junto con castaños y fresnos. El haya encuentra su medio a partir de 600-700 metros de altura y su explotación no será masiva hasta los siglos XVIII y XIX.

[12] 21-5-1518. “Real provisión de la reina Dª Juana y su hijo el rey don Carlos ordenando a las justicias del reino el cumplimiento de ciertas disposiciones tendentes al fomento del arbolado en los montes y pinares del reino“. Archivo Municipal de Errenteria, C/5/V/1/3. Publ.: AYERBE IRIBAR, Rosa: Orígen y desarrollo del derecho y de la administración forestal en España y en Guipúzcoa. El Servicio forestal de la Diputación de Guipúzcoa. I. Documentos. 2005, p. 9.

Imágenes:

1. irudia: “muelle de La Herrera”, “Dique del Rey para maderas”, detalle del “Plano del Puerto de Pasages / S. Sevastian 8 de Septiembre de 1802. Josef del Solar”. Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército, Ar.F-T.2-C.2-229.

***

Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI

(Índice)

Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI (I)

  • Presentación
  • El roble
  • Antecedentes de la deforestación: crecimiento e intereses contrapuestos

Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI (II)

  • Fomento forestal en el siglo XVI
  • Superintendente de fábrica de navíos y plantíos
  • Construcción de casas

Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI (III)

  • Gestión de los terrenos de propiedad pública: “Que en Alça auia mucha tierra concegil”

Plantaciones de robles para la construcción naval en Altza en el siglo XVI (III)

  • Agrimensores y amojonamiento de tierras concejiles: “çien mojones grandes e vistosos
  • Guardamontes
  • En resumen

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