A favor de Luzuriaga
ALEGACIÓN AL PLAN ESPECIAL DE PROTECCION DEL PATRIMONIO URBANISTICO CONSTRUIDO DE DONOSTIA-SAN SEBASTIAN
presentada por
ANTXOTARROK HISTORIA MINTEGIA
asociación sin ánimo de lucro
Pasai Antxo
En terrenos de Pasai Antxo tuvo Luzuriaga su fundición, sus almacenes, sus pabellones mecánicos, sus trabajadores. Todo, absolutamente todo estuvo enclavado en Pasaia, excepto el magnífico Pabellón de Oficinas, que se halla aún hoy en pie dentro del término municipal de Donostia, en la acera derecha de Eskalantegi, calle compartida con Pasaia en el distrito de Antxo.
Este pabellón está en el último límite del término municipal de Donostia, en su patio trasero, junto a una regata contaminada. Así, Pasaia sufrió la fundición y Donostia se llevó los impuestos. Es obvio que Luzuriaga es algo muy importante en la historia pasaitarra, casi un siglo de trabajo y de lucha obrera (1918-1994).
Aprobado inicialmente el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido, constatamos que, desgraciadamente, el Pabellón de Oficinas de Luzuriaga no ha sido tenido en cuenta.
Luzuriaga hoy es un edificio singular y un patrimonio social e histórico de primer orden en todo Oarsoaldea, y una herramienta de futuro para Pasai Antxo.
Por todo ello, y basándonos en los propios criterios que dice aplicar la Comisión del PEPPUC del Ayuntamiento de Donostia,
IMPUGNAMOS LA CATALOGACIÓN
1
EL VALOR HISTÓRICO
“Pertenencia a una corriente estilística”
Las Oficinas de Luzuriaga representan una fase evolutiva: tienen un cierto aire oficialista en lo neoclásico de las pilastras, pero las esquinas del pabellón, alargado, se resuelven en curva, de lo que resulta un edificio industrial airoso, con carácter y voluntad de estilo, que une arte decorativo con arquitectura modernista (pintado de blanco y visto desde un lateral, a un donostiarra de pro le resultaría una especie de Náutico gigante). Este atrevimiento combinativo hace de las Oficinas de Luzuriaga un edificio singular, ecléctico y perfectamente destacable entre los edificios de su época (años cuarenta) y posteriores.
2
EL VALOR ARQUITECTÓNICO
“Siendo un concepto que abarca cierta complejidad y difícil de objetivar,
tomaremos como referencia otros edificios que tengan que ver con cada caso”
Ignoramos cuál o cuáles son los edificios de referencia que la Comisión ha considerado para establecer su objetividad frente al pabellón de Oficinas de Luzuriaga. Sería interesante saber qué edificios se han relacionado con el caso.
“Tanto en el ámbito nacional [sic] como en el extranjero [sic],
se evalúa en comparación con los edificios más importantes o precursores de cada época”.
Que Donostia, Gipuzkoa y Euskal Herria tengan edificios precursores en alguna época, moderna, a nuestro modesto parecer, es mucho pedir. Pero creemos sinceramente que el pabellón de Oficinas de Luzuriaga tiene personalidad entre los edificios industriales que aún quedan en pie en Donostia. Nada digamos entre los que quedan en pie desde Buenavista a Errenteria, que es el entorno en que se encuentra.
“Dentro del valor arquitectónico cabe incluir la organización de la planta y el diseño de la fachada”
El pabellón de Oficinas de Luzuriaga, largo de 101 metros y ancho de 11, está paralelo a la calle, a lo largo de la acera y con acceso desde la misma, de espaldas a una pequeña ladera, es decir, a la vista de toda la población y orientación este sobre fondo arbolado.
La organización de la planta, a grandes rasgos, está pensada en el aprovechamiento de la luz. Un conjunto de grandes ventanales en sus extremos marcan el emplazamiento del laboratorio y de la sala de delineación y diseño, los espacios más amplios en el primer piso. En el cuerpo central están las oficinas de dirección. El segundo piso es un conjunto de oficinas más regulares, muy soleadas también. Servicios y almacenes-archivo constituyen el
fondo del edificio, dando a la fachada posterior. Cada piso se distribuye por un pasillo que va de un extremo a otro del edificio.
La fachada principal tiene por tanto 101 metros, algo bastante singular en construcciones de este tipo. No se trata sólo de ubicación o de adecuación a la escasez del terreno, se trata de una opción estudiada y tratada con criterio: vanos de eje horizontal a la altura de cada piso rasgan la fachada en toda su largura, y en su cuerpo central se alzan seis pilastras empotradas -con el tratamiento neoclásico antes mencionado en sus capiteles- que crean siete ejes de vanos. Esta voluntad estilística da a la fachada un empaque que no suelen tener muchos edificios industriales. Por su aspecto podría ser la sede de una entidad oficial, un templo del arte, un museo.
3
EL VALOR CONSTRUCTIVO
“Normalmente a la calidad arquitectónica se le une la calidad constructiva,
aunque también se dan casos de buenos y oportunos ejemplos
de una corriente con acabados pobres y pocos recursos, y viceversa,
edificios desfasados en el tiempo realizados con cierto alarde de materiales y decoración”
Apreciando la fachada de las Oficinas de Luzuriaga, se deduce fácilmente que no hay alarde ninguno. El tratamiento estilístico está contenido, muy mesurado, sin barroquismos ni excesos. Esto hace que no se vea desfasado, sino moderno. La apreciación de la fachada da una idea de elegancia y de solidez.
“Normalmente el nivel de calidad del sistema constructivo es uniforme en toda la obra,
por lo que la apreciación de la fachada da idea de los recursos empleados”
Pero no se trata solamente de “una idea” de solidez, se trata de una realidad. El pabellón de Oficinas de Luzuriaga está hecho por encargo de una empresa de fundición, y con material puesto por ella: Luzuriaga era una de las empresas de mayor carga en aquellos años (Segunda Guerra Mundial), fundiendo enormes cantidades de hierro para Alemania. La estructura del edificio está a prueba de aluminosis y de algo más. Ya lo sabía el Ayuntamiento de Donostia cuando permitió que Visesa utilizara el nivel de su planta baja como escollera.
4
LA HOMOGENEIDAD; ORDENANZAS UNITARIAS
“El hecho de pertenecer a un conjunto homogéneo
otorga valor a edificios que individualmente pueden resultar discretos.
Incluso su poder se encuentra en el grupo, de manera que la desaparición de algún miembro
puede cuestionar el valor de los edificios colindantes del mismo grupo”
El pabellón de Oficinas de Luzuriaga es el ejemplo inverso: no se incluye en conjunto alguno, y aunque tiene una cierta continuidad urbanística, está aislado. No hay peligro de que le afecte la acción sobre lo colindante.
5
EL INTERÉS URBANO
“Algunas ubicaciones singulares de la ciudad
como esquinas, cabezas de manzana, frentes abiertos y situaciones aisladas,
hacen visible al edificio con una perspectiva mayor que la que permite una calle.
La respuesta de los edificios que ocupan estos lugares hacia la ciudad,
hacia visuales más amplias, está resuelta en ocasiones con formas de gran escala
para esas visiones en lejanía. Principalmente la silueta y los elementos de remate
se convierten en imágenes características de la ciudad
y acaban formando parte del paisaje urbano.
(Bellas Artes, Hotel de Londres, inicio del Paseo de Colón, edificio del águila en Centenario, etc.)”
En un tiempo la imagen característica de la ciudad de Donostia fue su castillo, luego su puerto, más tarde su playa y con ella el Paseo de la Concha, luego su barandilla (fundida en Luzuriaga, como las farolas de los puentes Kursaal y Santa Catalina, las del Bulevar y la Plaza de Gipuzkoa…), más tarde se impuso el Peine del Viento. Ninguna de esas imágenes es un edificio.
Si se trata de considerar como responsabilidad del Ayuntamiento de Donostia sólo aquello que contribuya a realzar la singularidad de Donostia-Ciudad, no cabe duda de que el pabellón de las Oficinas de Luzuriaga no tiene ningún interés.
Parece que Donostia renuncia a Donostia extramuros, que no considera como propio lo que esté alejado de su perímetro urbanizado y urbanizable, aun estando dentro de sus límites municipales. Curiosa paradoja cuando el entorno de Donostia ha pasado a llamarse “Donostialdea”.
Considerado desde el centro de Donostia, puede aceptarse que el pabellón de Oficinas de Luzuriaga no es “urbano”; considerado desde la marisma urbanizada que es Antxo, se hace difícil no considerarlo como su edificio más representativo.
6
LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA
“Sin cuestionar en modo alguno el interés arquitectónico de distintas edificaciones contemporáneas
(como pueden ser: las edificaciones residenciales de Ramón Mª Lili 3 y 4,
Usandizaga 2, Agirre Miramón 1, el Kursaal; la Ertzaintza de El Antiguo,
la Cámara de Comercio; la iglesia de Iesu de Riberas de Loiola, etc.),
se considera que no ha transcurrido el tiempo suficiente
para evaluar con racionalidad y prudencia su interés cultural-patrimonial.
En atención a esas circunstancias, sin perjuicio de alguna excepcional salvedad,
este Plan Especial fija como límite máximo de catalogación el año 1950″.
El arquitecto-ingeniero Ricardo Olaran presentó los planos de lo que sería el edificio de las Oficinas de Luzuriaga el 5 de mayo de 1943 en el Ayuntamiento de Donostia. Fue inaugurado el año siguiente.
Olaran, natural de Arrasate y afincado en Donostia, donde formó familia, colaboró con Jose Mª Arizmendiarrieta en los inicios del cooperativismo, hizo diversos pabellones industriales, diseñó y alzó el primer monumento abstracto de Gipuzkoa y fue promotor del movimiento por una universidad pública para Gipuzkoa (años 60), junto a Carlos Santamaría, Luis Michelena y Manuel Agud Querol. Este edificio es de lo poco que queda de este importante e injustamente olvidado arquitecto.
7
EL VALOR DE ENTORNO
“Existen en la ciudad un importante número de edificaciones
que carecen de valores arquitectónicos individuales o intrínsecos,
pero que tienen un significativo papel en el entorno en el que están emplazados,
de manera que, precisamente por eso, contribuyen a su configuración.
De ahí el interés de preservar esas edificaciones en lo referente a su configuración o imagen general”.
El pabellón de Oficinas de Luzuriaga, además de sus valores arquitectónicos, tiene un papel altamente significativo en el entorno en que está emplazado, y contribuye a su configuración. El distrito de Antxo tiene interés en preservar su imagen de población fundidora, obrera, luchadora y popular. Esta edificación puede contribuir altamente a dotar de valor a uno de los entornos más deprimidos de Gipuzkoa.
8
LOS EDIFICIOS REFORMADOS
“La catalogación abarca los elementos permanentes originales,
no así los elementos que posteriormente se le hayan podido añadir a un edificio.
Se dará también el caso de edificios que no tengan ahora que ser catalogados
o sólo en una pequeña parte (aunque si lo fueran anteriormente),
debido a que han sufrido una demolición y reinterpretación lejana de su estado original”.
El pabellón de Oficinas de Luzuriaga necesita reformas, pero no reinterpretaciones. Los principales elementos originales perdurarán, pues ninguno de ellos es obstáculo para un nuevo uso del edificio.
9
EL INTERÉS COLECTIVO
“En distintas ocasiones, al interés arquitectónico individual de una edificación
se añade el interés colectivo que representa la suma de una serie de edificaciones y espacios
que configuran un conjunto arquitectónico y urbano de interés, autónomo y diferenciado”.
El pabellón de Oficinas de Luzuriaga no se inscribe en un conjunto. Es un coloso solitario, interesante por sí mismo, vale por un conjunto, es autónomo y diferenciado.
10
OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS
“Si bien la atención de este Plan Especial está centrada, en una medida importante,
en las edificaciones de la ciudad,
también otro tipo de elementos son objeto de atención
por razones igualmente asociadas a su valor cultural-patrimonial.
Es el caso de parques, espacios libres, plazas, frontones, elementos del mobiliario urbano, etc.
que, en atención a una suma de razones de carácter histórico, tipológico, de diseño, constructivo, etc.,
cuentan con el citado valor y, debido a ello, procede su protección”.
Ciudad, parques, espacios libres, plazas, mobiliario urbano…
Estos términos y las realidades a que hacen referencia no tienen sitio en Azkuene, ni en Harri-Berri, ni en Molinao, lo que no quiere decir que la periferia de Donostia, a pesar de la destrucción sistemática que el Ayuntamiento de Donostia ha llevado a cabo de todo testimonio industrial, no tenga valores culturales ni patrimoniales. El pabellón de Oficinas de Luzuriaga es uno de ellos.
Pasai Antxo, visto en plano, es una prolongación del término municipal de Altza, hoy Donostia. No es extraño que, debido a lo exiguo de su terreno, se haya tenido que desarrollar sobrepasando sus límites hacia Donostia y hacia Errenteria. El pabellón de Oficinas de Luzuriaga está exactamente sobre el límite de la municipalidad de Donostia: salir del edifico y cruzar la acera supone salir de Donostia y entrar en Pasaia.
El Ayuntamiento de Donostia, a través del PEPPUC, ha mostrado su desinterés por proteger un patrimonio -aunque sea de manera simbólica- a quien realmente lo merece, que en este caso no es más que la población de Pasai Antxo, sufridora de la fundición Luzuriaga durante un siglo.
DOS GRAVES DEFICIENCIAS
DEL PLAN DE PROTECCIÓN
Este desinterés tiene su origen, creemos, en dos deficiencias graves del Plan de Protección: un CRITERIO REDUCCIONISTA de lo que es “URBANO” y, derivado de ello, un CRITERIO TECNICISTA de lo que es “PATRIMONIO”.
CRITERIO REDUCCIONISTA
¿Qué quiere decir realmente la Comisión que ha elaborado el Plan cuando habla de “ciudad”? Todos los ejemplos que cita o que muestra como referencia se reducen a edificios del área Centro de Donostia. No es casualidad que la imagen que ilustra la primera página del Plan sea la enésima repetición del tópico Bella Easo: sí, se trata del Náutico… Toda una declaración de intenciones.
El Plan sigue la rancia tradición de ciudad-postal, hipervalorizando el centro y olvidando su periferia, con las consiguientes consecuencias para “los otros donostiarras” y para las poblaciones limítrofes.
El Ayuntamiento de Donostia pretende un liderazgo imposible, incapaz de llevar a cabo la apertura de miras y la renovación participativa que como Capitalidad Cultural 2016 propone en folletos y eslóganes de marketing.
CRITERIO TECNICISTA
En el decálogo de este Plan de Protección no aparece nunca el aspecto SOCIAL. Su criterio es un criterio totalmente DESHUMANIZADO, considerando a los edificios como cajas más o menos interesantes estética y constructivamente, no como espacios habitados y habitables que se elevan en medio de una actividad humana, producto de la cual es todo aquello que se considera urbano.
Por lo que
DENUNCIAMOS
que el Ayuntamiento de Donostia, es decir, su Equipo de Gobierno, hace DEJACIÓN DE SUS RESPONSABILIDADES en Protección del Patrimonio Construído.
Pasai Antxo, 2013-05-31
Jabi Zubizarreta
Idazkaria
ANTXOTARROK HISTORIA MINTEGIA
Zumalakarregi, 9
20110 Pasaia
2013, 26 de Septiembre
Hola, me he enterado de la existencia de este singular edificio, e investigando, he visto que han enterrado la primera planta, si se restaura lo desenterraran y pondrán rampas para entrar por la puerta, si hacen otra nueva dañan el diseño original, y espero que lo conserven tal y como era.
Espero vuestra respuesta.
Victor
2013, 27 de Septiembre
Hola Victor. Compartimos tu opinión, pero, lamentablemente, el edificio lo han dejado fuera del catálogo de protección del patrimonio de San Sebastián y las perspectivas, por tanto, no son nada halagueñas. Habrá que seguir reivindicandolo. La asociación Antxotarrok Historia Mintegia trabaja de lleno por su recuperación. Puedes seguir el tema con más detalle en la página http://www.antxo.com, apartado “Luzuriaga”. Saludos.