Polideportivo de Altza
Antton Alfaro
El pasado 24 de Mayo se cumplían 10 años de la inauguración de las instalaciones cubiertas del Polideportivo de Altza. Una inauguración que como toda la historia de estas instalaciones no estuvo exenta de anomalías, ya que estuvo precedida de diversos aplazamientos e incluso una vez inauguradas las instalaciones no se pusieron en marcha definitivamente hasta pasados unos meses.
Los primeros pasos para el desarrollo de unas instalaciones deportivas en los terrenos de la antigua fábrica de uralitas Toschi-Ibérica, se remontan al año 1984 cuando se redactó el primer anteproyecto. Desde el primer momento se definieron dos partes en el proyecto tanto desde el punto de vista del tipo de instalación como en el proceso de desarrollo: unas instalaciones cubiertas (el polideportivo que hoy conocemos) y unas instalaciones descubiertas con piscina, campo de fútbol, pistas polideportivas, zona de esparcimiento,…
La primera fase (instalaciones cubiertas) contó con un presupuesto inicial de 411 millones, que ascendieron a 611 al finalizar las obras, se terminaron como hemos comentado hace ahora 10 años; pero quedaron pendientes todas las instalaciones descubiertas, la denominada 2ª fase.
Esta 2ª fase se iba a acometer a su vez en diferentes fases, siendo la primera de ellas las piscinas descubiertas. El proyecto definitivo de estas piscinas fue elaborado por el arquitecto Pedro Fernandez Plaza en noviembre de 1990 con un presupuesto de 152 millones de pesetas. En el año 1991, la Diputación Foral de Gipuzkoa asignaba al Ayuntamiento de Donostia 75 millones de pesetas para la construcción de dichas piscinas, debiendo aportar el Ayuntamiento de Donostia la otra mitad.
Así en la prensa del 6 de Octubre de 1991 se puede leer como el Alcalde de Donostia Odón Elorza, aseguraba que las obras de las piscinas de Altza se iniciarían en el mes d Diciembre, y finalizarían en el mes de Julio del año siguiente. Pero como tod@s sabemos las obras no se iniciaron.
Años más tarde, el Patronato de Deportes señalaba en una publicación propia el cuatrienio 1995-1999 como período para el desarrollo de la Segunda Fase del Polideportivo de Altza (piscina descubierta). De nuevo, el plazo ha pasado y las instalaciones descubiertas siguen si acometerse.
Esperemos que los nuevos aires que recorren Euskal Herria se acerquen también por Donostia y cambien la dinámica de olvido que durante la década de los 90 ha mantenido el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia con respecto al Pueblo de Altza, y el próximo verano nos podamos bañar en las piscinas descubiertas del Polideportivo.
