Formulario de cocina gráfica Waly
Javier Cantera
Siempre ha habido en las casas un libro de cocina. Solía ser un libro usado, a veces forrado con papel para no mancharlo. Se solía recurrir a él en las fechas señaladas cuando la etxekoandre preparaba un plato “especial”. Podía ser un postre, unos entrantes, una receta distinta de carne o pescado, algo fuera de lo común. Esta costumbre sigue vigente, pero hace cincuenta o más años, las mujeres se dedicaban a las faenas domésticas más que ahora y cuando se celebraba algún cumpleaños, alguna fiesta, había que preparar algo distinto. Y entonces, en muchas casas, se volvía a consultar el libro para no perderse un detalle. (gehiago…) »