Comestibles Mariasun
Koro Sáez - Elena Arrieta
Mariasun Oliden se ha retirado después de 32 años en Herrera. Esta renteriana ha aguantado años y años -más de diez- de obras por el Topo, por el puerto, por la Cantera, estoicamente, sin quejarse. Aceras levantadas, reparaciones que dejaban charcos a la altura de la entrada de la tienda, siempre con su sonrisa discreta y su profesionalidad.
La importancia de una tienda de barrio para zonas como las nuestras cobra fuerza cuando hay cambios como éste. Una tienda de barrio es, para la gente mucho más que una relación comercio/cliente. Es un lugar de confianza, de intercambio, de dejar recados para unos y recibirlos otros, de niños y niñas atendidos en un apuro, de una sonrisa amiga, de “se me ha olvidado la cartera” y un “no te preocupes, ya me pagarás”. Puede sonar a afectado y cursi, pero algo importante vamos dejando detrás en un tiempo que se acerca cada vez más a la indiferencia del otro.
Por esto y por muchas otras cosas, Mari Jose Oharriz y Mari Fernández, vecinas y clientes, tuvieron la iniciativa de movernos y preparar una despedida en el Bar El Nido y allí estuvimos dando una contundente batida a todo lo que nos prepararon Mariasun, su familia y Lorea Carnés.
De 13 a 16 horas pasaron hombres y mujeres para agradecer a nuestra tendera su buen hacer durante tantos años.
A partir de ahora, este comercio se reinicia de la mano de un nuevo propietario a quien damos nuestra bienvenida.