Centenario del Reformatorio de Uba
Ion Urrestarazu Parada
El 1 de octubre de 1922, en un San Sebastián sumido en un ambiente festivo, sucedía de manera relativamente discreta, sin pompa ni fausto, la inauguración del Reformatorio de menores de Uba.
De izq. a dcha.: Aldecoa, el Rey , el gobernador civil, Pavía y Echevarría Torres. Guerequiz/LVG.
A las doce, llegaron en tres coches al reformado convento de Ametzagaña el Rey Alfonso XIII, y las Reinas Victoria y María Cristina, acompañándoles el séquito palatino, formado por el marqués de la Torrecilla, duquesa de San Carlos, marquesa de Moctezuma, marqués de Castell Rodrigo y el ayudante del Rey Rodríguez Pascual. El alcalde de Alza -alcalde pedáneo del barrio, según otra fuente- recibió a la familia Real, entregando a las Reinas unos “hermosos” ramos de flores.
Antes de la llegada de los monarcas, se hallaban esperando en la explanada del Reformatorio numerosas autoridades: el ministro de Estado Fernández Prida; Montero Ríos Villegas, creador de los Tribunales para niños; los doctores Pulido, Tolosa Latour y Gómez Cano, del Consejo Superior de Protección a la Infancia; los miembros del tribunal para niños Pavía, Machimbarrena (S.), Blasco y Echeverría Torres; el obispo de la Diócesis Eijo Garay y el de Burgo de Osma Múgica-Urrestarazu; el Capitán General y gobernador militar Querol; gobernador civil Richi, acompañado del exgobernador César Ballarin -iniciador del proyecto del Reformatorio-; Presidente de la Diputación Elorza; comandante de Miqueletes Larrondobuno; Alcalde de San Sebastián Azcona; senador Elósegui; diputado a Cortes marqués de Tenorio; Presidente de la Audiencia Aldecoa y Fiscal de la misma; Presidente y Fiscal de la Audiencia Territorial de Pamplona; Director de la Cárcel; Jefe de la Guardia civil Portas; Comandante de Marina Asensio, y otras tantas personalidades más.
No hubo ceremonia de inauguración como tal. Por voluntad del Rey no se realizaron discursos ni lunch. Los monarcas se limitaron a realizar una “detenida y minuciosa” visita del establecimiento, “interesándose por todo y preguntando hasta por detalles más insignificantes”. Terminada esta, elogiaron la obra -el Rey llegó a decir “en San Sebastián saben hacer las cosas bien”- y a los miembros de la Junta organizadora, pasando a conversar con los asistentes al acto.
El Rey conversando con los frailes mercedarios, custodios del Reformatorio. Guerequiz/LVG.
El Reformatorio de Menores, emplazado en el antiguo Convento de Uba, y que había permanecido abandonado desde 1910, estuvo regentado por frailes mercedarios -hasta 1960-. Según La Voz de Guipúzcoa, era un “amplio, higiénico y alegre local”, en el que todas las habitaciones y dependencias eran “muy soleadas” y estaban resguardadas del Norte por el monte Ametzagaña. El diario explicaba lo alejado que estaba el local “de la vulgar concepción” que se tenía de los reformatorios de delincuentes. En él no había “ni subterráneos ni calabozos, ni nada que pueda causar sensación de temor o repugnancia en el espíritu de los jóvenes corrigendos”. También ahondaba el diario en la modernidad del método utilizado allí, buscando el “arrepentimiento y reeducación moral”, en vez usar el castigo; y que la Junta de Protección a la Infancia trabajaría para que los “pequeños delincuentes” viesen que “la sociedad en cuyo seno han de vivir se preocupa de ellos”, para que pudiesen “ser hombres útiles y honrados, inculcándoles el deseo de ilustrarse, haciendo nacer en sus almas el amor al trabajo, y todo ello suavemente, con el cariño y la persuasión más que por el castigo y la amenaza”. Por todo ello, el Reformatorio tenía un diseño en que “todo es alegre, todo recuerda la vida libre”, para que los menores comprendiesen “lo hermoso que es el ser honrado y trabajador”, y cumplir así “su papel en la vida social, convirtiéndose en ciudadanos honrados”.
El Pueblo Vasco. 3-10-1922. p. 7. La Constancia. 3-10-1922. p. 1. La Voz de Guipúzcoa. 3-10-1922. p. 3.
La Voz de Guipúzcoa. 3-10-1922. p. 3.
El Pueblo Vasco. 3-10-1922. p. 7.
El Pueblo Vasco, 3-10-1922. p. 7. La Constancia. 3-10-1922. p. 1. La Voz de Guipúzcoa. 3-10-1922. p. 3.
La Constancia, 3-10-1922. p. 1.
La Voz de Guipúzcoa, 3-10-1922. p. 3.
El Pueblo Vasco, 3-10-1922. p. 7. La Constancia. 3-10-1922. p. 1. La Voz de Guipúzcoa. 3-10-1922. p. 3.
CALVO BARCO, Ángel. Santa María de HUA de la Anunciada: “La ermita de Uba” (II). p. 115. Recuperado de: https://www.altzanet.eus/pdf/altzahk/ahk07/06-Calvo.pdf?type=file