Ante Pasaia y Donostia, Altza con criterio y personalidad
Elena ARRIETA YARZA - HERRERA (ALTZA)
Pasaia nos desea, Donostia dice que somos suyos. ¿a que suena a culebrón? Pasaia se ampara en que allá por principios del XIX la mano derecha de Carlos IV, el Sr. Vargas Ponce decidió una mañana que se ve que no tenía nada mejor que hacer: que había que dotar de un pueblo al Puerto de Pasages. Como era un muy ilustrado navegante hizo un documento con unas mediciones naúticas y se lo pasó a su monarca para firmarlo. Éste tuvo la sensación de que la cosa no estaba clara y que le metían en un campo de ortigas y se escaqueó. Ese monarca posiblemente no sabría ni donde estaba Pasages y mucho menos conocería que ya desde el siglo XII se hablaba de Altza como un asentamiento con unas características muy definidas. La cosa queda en nada posiblemente porque problemas reales de mayor altura merecieron la atención del susodicho rey y de su también susodicha mano derecha, que no insistió más.
Pero esto no queda así. Pasan los años y los siglos y las mugas de unos y otros se mueven. Hoy somos de aquí, mañana de allí… eso sí, sin consultar a los pueblos. Más o menos como ahora.
Nos colocamos ya en 1939 y Donostia, aprovechando la baza de la postguerra, firma un documento de anexión con Altza, con unas condiciones que no cumple. Los escépticos -y somos unos cuantos- solemos decir que en realidad no tenía intención de cumplirlas ya desde el principio.
Todo ello nos coloca a un lado del cuadrilátero a Pasaia, con el documento inacabado y en el otro lado, a Donostia con el compromiso incumplido. Donostia se decanta a que “somos suyos” aunque ello no le ha impedido hace algunos años con la anterior corporación y el indiferente acuerdo de la oposición, prever la separación de parte del territorio altzatarra de Molinao y cederla a Pasaia, que a su vez, sólo quiere una parte del territorio altzatarra; todo no porque no son egoístas. Parece evidente que derecho, lo que se dice Derecho legal podrían no tener ninguno de los dos. De Ética, Lealtad, Respeto, etc. mejor no hablar ¿Por qué nos quieren tanto? Porque amor no es, lo vemos todos los días. Los dos quieren el “tesoro” altzatarra: su estratégico y bonito trozo del puerto, el territorio y, aquí entramos nosotros por primera vez, su población.
Como estamos viviendo una época en la que cada uno -sobre todo las instituciones- se aplican la Historia como si fuera pasta a modelar, podría yo hacer lo mismo y hablar del comportamiento medieval de estos dos ayuntamientos o del síndrome de Cristóbal Colón -llego, me lo descubro, me lo quedo- o de los “sooners” -corro, llego el primero y también me lo quedo- como diría mi amigo Oihan, más leído y más viajero que yo.
Y luego aparece la Diputación Foral a mediar. Pues miren Uds. si hay que mediar acuérdese que Donostia y Pasaia están hablando de un territorio muy poblado y que tiene criterio y personalidad, así que medien a tres bandas.
¿Dónde acabaremos? Pues con este panorama, no sé. La indiferencia y la mala praxis de ambos ayuntamientos unido a la indudable falta de aproximación a la población altzatarra, no augura nada bueno. Yo a veces pienso que ni nos ven. ¿alguna vez se habrán preguntado qué podemos opinar la gente?
No nos apuremos que a lo mejor nos vamos a ver ante situaciones tragicómicas, lo que no nos vendrá mal con la que está cayendo, aprendemos algo y hasta sacamos, como paso previo, un Distrito. Las lanzas medievales están en alto ¿quién da más?