Los objetos hablan
“Hay mucha historia entre estos objetos obsoletos ya en los tiempos actuales”, Javier Cantera y su grupo de Ganbara reúnen útiles antiguos para recuperar la memoria histórica de Altza.
La sección Ganbara sigue manteniendo su hueco en el boletín Estibaus y los que pertenecen a este grupo nos acercan un trocito de historia, a través de los objetos que se utilizaban hace muchos años en Altza. Estos elementos nos enseñan cómo vivían hace años y nos recuerdan negocios que ya están obsoletos.
Javier Cantera muy entusiasmado, junto con los demás del grupo, nos muestra su colección.
¿Cómo comenzó esta colección de elementos antiguos?
Es una forma de recuperar la memoria histórica, que es a lo que nos dedicamos siempre que podemos. Hay diferentes formas de hacerlo, archivando imágenes, recogiendo testimonios o coleccionando objetos de épocas anteriores que se hubieran utilizado en Altza.
¿Qué tipo de útiles nos podemos encontrar?
Existen 13 grupos distintos: eléctricos, de cocina, juguetes, etc., y en cada grupo hay objetos de todo tipo, algunos son cesiones de la gente y otros son comprados, adquiridos de un anticuario.
¿Qué herramientas destacaríais?
Es muy difícil elegir utensilios, todos tienen importancia, pero hay unos cuantos que ya no se utilizan, tales como el “cholin”: objeto con el que antiguamente se hacían los fideos o la pasta. De hecho, existía un señor que utilizaba esta herramienta en su trabajo e iba de casa en casa con el cholin haciendo pasta o fideos. Este negocio ya no existe.
Igual que el “sustanciador”, que se acercaba a las casas con un hueso de jamón que se metía en la sopa para darle sabor y sustancia al caldo.
Entonces hay herramientas que no existen porque los negocios en los que se utilizaban han desaparecido.
Antiguamente se utilizaban herramientas que hoy en día están en desuso, por ejemplo había faroleros que encendían las farolas de la ciudad una a una.
Dentro de la colección de Ganbara hay cocinas de gas, calefacciones de gas, etc. Podemos encontrar también el “palo de dar cera”, que se utilizaba para limpiar el suelo de las casas, tablas de limpiar ropa, planchas muy especiales para cuellos y chorreras, una lavativa, en desuso hoy en día, un pelapatatas enorme o un tocadiscos portátil que los jóvenes utilizaban cuando iban de pik-nik.
¿Hay alguna anécdota destacable referente a estos objetos?
Hay muchas historias relacionadas con los objetos. Por ejemplo una fiambrera con la que se trasportaba la comida para ir a trabajar.
Esa fiambrera tiene mucha historia seguro, está muy utilizada y nos viene a la cabeza el recuerdo de un trabajador que se levanta todos los días a las cinco de la mañana.
¿Dónde podemos ver esta colección?
En marzo hicimos una exposición y la gente pudo ver cuarenta de los 250 objetos que tenemos, pero nos gustaría poder tener un lugar fijo donde guardarlos, el problema es que no tenemos un local adecuado para exponerlos de forma fija, nuestro objetivo siguiente será que todo el que se acerque pueda disfrutar de ellos.