Santa Columba, mártir, en la parroquia de San Luis de Herrera
El Diario Vasco, 1944-01-20
Era a primeros del mes de abril de 1928. Recibí una tarjeta de visita en mi residencia de Roma, avisándome que quería verme antes de volverse a España y que hiciera el favor de pasar por el hotel donde se hospedaban lo antes posible. Era la carta de doña Teresa Barcáiztegui, viuda de Zappino. Quedé gratamente sorprendido, al mismo tiempo que me parecía extraño, no haberme dado cuenta de su estancia en Roma y no haber oído aquella su penetrante y autoritaria voz, que por aquel entonces llenaba todo San Sebastián, en pro de sus múltiples caritativas obras sociales. ¡Pobre Teresa, era tan buena y tan dinámica, que le faltaban horas al día para sus empresas a lo divino! (gehiago…) »