Kontxi Andonegi Bengoetxea
Sin duda podemos decir que ha muerto una buena persona y nos duele. Pero Kontxi Andonegi ha sido algo más, porque lo ha sido durante toda su vida.
Su recorrido vital, sin moverse de Herrera, ha sido en paralelo con una desoladora guerra civil y bruscos cambios, pobreza, hambre, de negación de derechos, de formalismos escolares, de prohibiciones de expresión, aprendizaje de nuevas normas tan diferentes a las adquiridas hasta el momento, el trabajo y poco a poco, la adaptación a la nueva realidad social. Nunca una queja, siempre con una serena esperanza y formando parte de su entorno.
Mujer de fuertes convicciones religiosas, demostró en todo momento un talante fino, suave y firme que unida a esa mirada atenta y discreta al dolor de los otros que le permitió formar parte del grupo parroquial de ayuda y visita a enfermos, su participación en el coro -¡qué voz más bella tenía!- y esa mirada que, fueras quien fueras, te hacía saber que ella estaba ahí.
Personas como Kontxi, cuando desaparecen, se llevan una parte de la historia inmediata vivida y si somos capaces de tener su misma atenta curiosidad, nos dan muchas pautas para aprender. Se lleva muchos secretos pero tuvo tiempo de dejarnos su testimonio y alguna que otra pincelada para Altzako Historia Mintegia.